Compleja eliminación de exenciones tributarias

a nueva ley corta de pensiones del Gobierno contempla eliminar algunas exenciones tributarias, a fin de disponer de mayores recursos para financiar los nuevos beneficios previsionales. Llama la atención que ambos aspectos formen parte del mismo proyecto de ley, porque probablemente esto dificultará su aprobación en un plazo reducido, como espera el Gobierno. En materias tributarias, de por sí muy complejas, no parece factible una tramitación acelerada.

Las exenciones que se eliminan fueron analizadas por la Comisión que formó el ex ministro de Hacienda, por lo que cuentan al menos con un análisis técnico, aunque no todas las contenidas en el proyecto de ley fueron consensuadas por el grupo de economistas. Desde el punto de vista político, la más polémica es la eliminación de la exención a las ganancias de capital por los instrumentos de alta presencia bursátil. Desde el punto de vista conceptual, en tanto, la tributación de las ganancias de capital en instrumentos que tienen precios de mercado constituye doble tributación, lo que hace razonable esta exención como un instrumento para favorecer la inversión y el ahorro. De hecho, esta razón lleva a que se mantenga la exención para inversionistas institucionales.

El tema de fondo es político, y lo que se busca son mecanismos para hacer tributar más a los sectores de altos ingresos. Sin embargo, incluso en esa mirada el mecanismo elegido no es el mejor, ya que probablemente recaudará muy poco en la práctica.

También parece complejo, por sus efectos y su implementación, eliminar la exención de IVA a los servicios. A pesar de que seguirían estando exentos la salud, la educación, el transporte y los servicios profesionales de personas naturales, sería un cambio significativo de la estructura tributaria, si consideramos que -dejando fuera a la administración pública- más del 60% del PIB corresponde a servicios. Así, se trata de una reforma mayúscula con efectos importantes en los precios y la estructura productiva. Probablemente será necesario un enfoque gradual, tanto en términos de tasas como de actividades consideradas.

Aunque otras medidas puedan ser de algo mayor consenso, no parece ésta una reforma de fácil discusión ni rápida aprobación.