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Alto contrasteChile y las dudas que trae 2012
Se fue 2011 pero los temores e incertidumbres sobre una recesión en la eurozona debido a la crisis de deuda soberana, que acompañaron la segunda mitad del año pasado, siguen más vivos que nunca.
Se fue 2011 pero los temores e incertidumbres sobre una recesión en la eurozona debido a la crisis de deuda soberana, que acompañaron la segunda mitad del año pasado, siguen más vivos que nunca.
La destrucción de valor en las empresas a nivel global fue inmenso en 2011. El índice MSCI All Countries, que recoge la capitalización bursátil mundial, da cuenta de una baja de US$ 6,6 billones en doce meses.
Pese a que en las últimas semanas los países de la eurozona han actuado políticamente de forma más coordinada y han tratado de enviar señales de tranquilidad -sobre todo proveyendo liquidez al sistema financiero-, la salida a la complicada situación actual aún no es clara.
En este difícil panorama Chile encara un 2012 con la inquietud de que, en la medida que el tamaño de la crisis sea mayor, los efectos a nivel local también lo serán.
Por lo pronto, las señales de desaceleración son una realidad y el Banco Central recortó su expectativa de expansión 2012 a la banda de 3,75% y 4,75%. El Ejecutivo también ha ajustado sus proyecciones iniciales.
Sin embargo, pese a las dudas que a nivel global trae este año, hay señales que dan tranquilidad en el país. No sólo se han tomado resguardos para mitigar los efectos de una crisis externa a nivel de Gobierno sino que también la economía local dispone de tres elementos que la distinguen: una batería de opciones -entre ellas los fondos derivados de los excedentes del cobre- para inyectar liquidez en caso de ser necesario; un Banco Central que da credibilidad al mercado; y una oportuna coodinación entre el ente emisor y el Ministerio de Hacienda para enfrentar la coyuntura.
