Editorial

Certezas para crecer

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Más de la mitad de los puestos de trabajo creados en el último año han sido empleos informales, según el INE, lo que no hace más que refrendar que Chile aún no puede recuperar el desempeño que exhibía en el mercado laboral prepandemia. En este escenario, poco ayuda el reciente anuncio del Gobierno de impulsar un proyecto de negociación multinivel, cuyos detalles aún desconocidos han provocado nuevas tensiones en un clima ya complejo, donde se requieren certezas para estimular el crecimiento, las inversiones y la contratación.

Pese al optimismo del Ejecutivo y a cifras que podrían dar pie a una mayor confianza, el dilema es por qué no se normaliza el mercado laboral. Y, básicamente, parece deberse a que la “estabilización” que el Gobierno asegura haber logrado no es compartida por los mercados, mientras además surgen nuevas incertidumbres.

El Gobierno puede fortalecer la economía despejando las grandes incertidumbres; entre ellas es central la permisología.

Para que haya empleo formal necesariamente debe haber inversión y ésta no llegará si no se despeja la falta de certezas en carga tributaria, condiciones del mercado del trabajo y permisología. En la recuperación que comienza a mostrar el país, que en abril se reflejó en un alza de 3,5% del Imacec, el sector privado ha sido clave. Es cierto que hoy las expectativas son mejores que hace un año, pero también es válido aspirar a más.

En palabras de la presidenta de Icare, Karen Thal, en entrevista con DF, “el Gobierno puede contribuir a fortalecer la economía despejando las grandes incertidumbres” y entre ellas es central resolver la permisología, que mantiene paralizado a un alto número de proyectos privados. No solo hablamos de plazos extensos y tramitaciones idénticas para iniciativas de distinta naturaleza, sino además de poca uniformidad de estándares, lo que se agrava con una burocracia lenta, a veces poco experta o inexistente en algunas regiones.

Es un avance el fin de la politización de los permisos ambientales, con el amplio consenso que existiría para poner fin al comité de ministros, pero se debe avanzar más decididamente hacia un sistema de autorizaciones que reconozca las diferencias entre un mega proyecto que sí tiene impactos, de otras industrias que llegaron precisamente para hacer frente a los temas ambientales como hidrógeno verde, litio o energías renovables. De eso depende que las inversiones realmente tengan incentivos para quedarse en Chile y no buscar otras jurisdicciones que sí facilitan la tramitación sobre la base de un análisis más realista, apegado a aspectos de la ciencia y la tecnología, sin espacios para la temperatura política del momento.

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