Presionadas por el alza en el precio de los combustibles en medio de la depreciación del peso frente al dólar, las expectativas de inflación para este mes han escalado paulatinamente hasta situarse en torno a 0,9%, lo que ha abierto un espacio de cautela frente a las previsiones que se manejan sobre nuevos recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte del Consejo del Banco Central.
En efecto, en momentos en que la actividad económica local también atraviesa por una marcada desaceleración -con un desplome de la inversión-, los analistas han moderado sus proyecciones de bajas adicionales en la tasa de interés referencial de la economía chilena para situarlas en un piso de 3,75%, lo que dejaría espacio para una disminución de 25 puntos base desde el 4,0% actual.
Ciertamente, esta postura también coincide con el tono más neutral utilizado por el Consejo del Banco Central en su última reunión de política, en la que explícitamente señaló que evaluará la posibilidad de introducir recortes adicionales de la tasa de acuerdo com la evolución de las condiciones macroeconómicas internas y externas, y sus implicancias para las perspectivas inflacionarias.