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Columnistas

Una propuesta tecnológica para la Ciudad del Futuro

Víctor Espinoza

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 15 de julio de 2014 a las 05:00 hrs.

Víctor Espinoza

El desarrollo de una Ciudad Inteligente implica evolucionar hacia una que sea más habitable y sostenible, gracias al uso de nuevas tecnologías, el impulso de la innovación y la gestión del conocimiento. En esta arquitectura tecnológica existe una primera capa de sistemas de captura de datos, medición e información. Hablamos de los “sentidos” de la ciudad, aquellos puntos donde se recoge la información relevante. Puede tratarse de diversas aplicaciones tecnológicas, tales como sensores o de aportaciones voluntarias de los ciudadanos a través de sus smartphones.

Esta información capturada, transmitida y procesada por las infraestructuras de comunicaciones y de proceso de datos de la ciudad, los “nervios”, puede alimentar las aplicaciones específicas que dan soporte a las necesidades enfocadas a cada una de las dimensiones de los servicios municipales, basándose en un modelo de información única, compartida y accesible de forma transversal. Sobre estas aplicaciones debe actuar una capa de análisis y explotación de la información para la toma de decisiones, que proporcione a los gestores de la ciudad indicaciones en tiempo real y aprendizaje sobre su impacto; y todo ello soportado en un centro o centros de control que integren las diferentes datos, visiones, alertas y procesos clave, que constituiría el “cerebro” de la Ciudad Inteligente.

La inteligencia ya existe en muchos de los procesos de las ciudades actuales, pero la mayoría de los desarrollos urbanos están basados en soluciones TIC verticales. En este contexto, uno de los conceptos claves para desarrollar la Smart City es conectar los sistemas y aplicaciones desde una visión integral con el fin de conseguir eficiencias e información de valor añadido al cruzar datos y requerimientos provenientes de varios servicios. Esta visión requeriría una plataforma tecnológica a la que puedan conectarse todos los servicios de la ciudad, sean públicos o privados y, por ello, debería ser abierta, interoperable y escalable.

Se trata, en definitiva, de alcanzar una gestión holística para, entre otros aspectos, contribuir a identificar servicios o actividades prioritarios por su impacto, optimizar servicios y operaciones e, incluso, descubrir nuevas tendencias que se traduzcan en oportunidades.

Creemos firmemente que el camino de la innovación y la creatividad, también en el campo de las ciudades inteligentes, es el más prometedor para que economías, como la española, mantengan y refuercen un lugar de referencia entre las economías tecnológicamente avanzadas, las que generan los productos y servicios de mayor valor añadido. En Latinoamérica, países como Chile, Colombia o Brasil, ya están apostando con fuerza por la adopción de estas soluciones.

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