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Columnistas

Tasa Máxima Convencional

El gobierno dio a conocer el proyecto de Ley que modifica...

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 28 de septiembre de 2011 a las 05:00 hrs.

El gobierno dio a conocer el proyecto de Ley que modifica la Tasa de Interés Máxima Convencional (TMC). Su objetivo es prevenir abusos en el otorgamiento de créditos de corto plazo y bajos montos que son típicamente demandados por sectores de más bajos ingresos. Estos abusos pueden aparecer debido a la presencia de importantes asimetrías de información entre el proveedor del crédito y el cliente. La TMC es una forma de enfrentar este potencial abuso.



Poner un techo a la tasa de interés es común en el mundo. Brasil, Colombia, Estados Unidos o Francia contemplan tasas máximas o de usura aunque las regulaciones no son idénticas. Tampoco es necesariamente una buena forma de regular. Una razón, que puede ocurrir en Chile, es que la TMC actúa como un mecanismo involuntario de coordinación entre oferentes de crédito.

Tasas del 50% hacen inviable a cualquier deudor. La única razón por la cual un oferente de crédito la cobra es porque todos lo hacen y todos lo hacen porque la Ley explícitamente lo permite. Sería extraño que en un ambiente competitivo la tasa sea tan alta porque a partir de un determinado nivel de tasas se produce una autoselección y sólo se endeudan los clientes más riesgosos.

Dentro de ciertos límites bajar la tasa no desbancariza, sino que recompone la cartera de clientes. Con un techo más bajo, el oferente de crédito tendrá que elevar sus esfuerzos de evaluación de riesgo de manera de discriminar clientes “sensatos” -que antes no se endeudaban a tasas altísimas- de aquellos que tomaban dichas tasas porque sabían que eventualmente no pagarían. Por ejemplo, si vivir en un determinado barrio antes iba asociado a un alto ponderador de riesgo -en cuyo caso los buenos pagadores del barrio se veían afectados por los vecinos malos pagadores- al bajar la TMC el oferente de crédito deberá identificar el buen pagador del malo.

La banca se verá afectada por dos efectos: por un lado, dada la cartera riesgosa actual con sus clientes buenos y malos, la menor tasa reduce ingresos a lo que se suma que el oferente de crédito deberá hacer mayores esfuerzos de scoring de riesgo; pero por otro, hay una ganancia al mejorar el perfil de pago de la cartera de clientes ya que habrá una menor probabilidad de default si se filtra a los mas riesgosos.

Con una Tasa Máxima Convencional más baja, los oferentes de crédito evitarán los clientes que estaban dispuestos a pagar tasas extremas y los reemplazarán por clientes sensatos que, aún necesitando financiamiento, no estaban dispuestos a endeudarse a cualquier precio. La desarrollada tecnología del crédito de consumo en Chile y la consolidación de deudas debiera ayudar en esto.

El proyecto contempla cosas importantes como mejorar la frecuencia de cálculo de la tasa, se permite algo de mayor monto de prepagos y se clarifica elementos de los gastos de cobranza. Esto redundará en mejores condiciones de acceso a financiamiento para este importante segmento de la población.

Una medida que hay que estudiar mejor es incrementar las tasas máximas de otros segmentos de crédito. Si como señalé antes, la TMC actúa como coordinador de los oferentes de crédito, entonces esto puede terminar subiendo las tasas actuales de estos segmentos. Lo analizaremos.

Sin embargo, el proyecto tiene una falla importante: extiende la cobertura de la ley a “instituciones colocadoras de fondos de manera masiva”. Este concepto no se fija en la estructura legal de la entidad sino en la función que cumple -colocar masivamente crédito-. El problema es que la supervisión la hará la Superintendencia de Bancos cuyo rol fundamental es supervisar la solvencia de una industria específica -la banca- y no la conducta de mercado de instituciones no bancarias.

Este es un error conceptual derivado al parecer de una pugna entre Hacienda y Economía más que fruto de un diseño bien pensado. Es, además, una fuente de riesgo sistémico que se aleja de la sugerencia de avanzar hacia la supervisión funcional de la Comisión Desormeaux organizada por este mismo gobierno.

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