Columnistas

Rotear

JOSÉ MIGUEL ALDUNATE Director ejecutivo del Observatorio Judicial

Por: JOSÉ MIGUEL ALDUNATE | Publicado: Miércoles 7 de septiembre de 2022 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

JOSÉ MIGUEL ALDUNATE

Por estos días, se derramarán ríos de tinta sobre la deleznable reacción de los vencidos. Frente a la apabullante derrota, han inundado las redes sociales imputando el resultado a la ignorancia y brutalidad del pueblo chileno. Algunos fachopobrean en el peor de los lenguajes. Otros, usan un fraseo más elegante para decir exactamente lo mismo, como el podemita Pablo Iglesias, para quien “el texto de la nueva Constitución era quizá demasiado avanzado para representar al conjunto de la sociedad chilena”. Es decir, rotos, país de rotos.

Pero hay que predicar con el ejemplo. Ante la apabullante incapacidad de los sectores del apruebo de renunciar a su soberbia, aquellos que estábamos por el rechazo podríamos hacer nuestro pequeño acto de constricción, insólito en el momento de la victoria.

“Ante la apabullante incapacidad de los sectores del apruebo de renunciar a su soberbia, aquellos que estábamos por el rechazo podríamos hacer nuestro pequeño acto de constricción, insólito en el momento de la victoria”.

Porque, sin quererlo y de manera mucho más sutil, nosotros también hemos roteado en el pasado. Se rotea cada vez que se asume que al votante sólo lo mueven el estómago y el bolsillo, que no entiende principios abstractos ni tiene convicciones morales. Se rotea cada vez que afirmamos que a la gente no le importa la libertad ni la igualdad ante la ley; que los bonos siempre van a vencer sobre la justicia; que, en una elección entre la nación y el propio ombligo, la gente votará indefectiblemente por su ombligo.

Demos un ejemplo, cercano a las materias que suelo abordar en esta columna. Uno de los elementos más polémicos del texto rechazado fue la propuesta de establecer sistemas de justicia paralelos para los pueblos indígenas. Si nos los hubieran preguntado hace un año, muchos habríamos respondido: ¿qué puede importarle a una vecina de Lo Espejo cómo se resuelven las cosas en la Araucanía? La Constitución le promete todo tipo de derechos y beneficios sociales —piensan los miembros de la élite— y con eso basta para comprar su desinterés por un asunto que no le afecta.

Sin embargo, el pluralismo jurídico insultó las intuiciones morales más básicas de los chilenos. La igualdad ante la ley, la vieja, abstracta y burguesa igualdad formal, sí era un principio moral muy sentido por las personas. Para comprender su relevancia, no hace falta haber pasado por una facultad de derecho. Basta con entender que todas las personas, indígenas y no indígenas, tienen la misma dignidad y que sus acciones deben regirse con la misma vara.

Obviamente, el texto se rechazó por esto y por mucho más. Pero, en todas las materias, los chilenos demostraron que sí valoran los principios básicos que inspiran el constitucionalismo moderno, como la libertad individual, la igualdad ante la ley, la separación de poderes o la independencia judicial, gravemente vulneradas por la propuesta constitucional. Doscientos años de vida republicana han calado en nuestro pueblo. Quizás, el lenguaje para expresar estas convicciones es distinto al usado por las élites, pero los instintos que lo sustentan son idénticos.

Aquellos que desconfiábamos de las pulsiones populares hemos recibido una preciosa lección.

Lo más leído