Regulación de aseguradoras en Chile: ¡Llegó el ORSA!
Ernesto Ríos Director del área de Regulación Financiera de PwC Chile
Ernesto Ríos
La regulación de seguros en Chile definitivamente está convergiendo hacia los estándares internacionales. A la puesta en escena del Capital Basado en Riesgo (CBR), hace un par de años atrás, la SVS lanzó ahora, como borrador para discusión, el ya conocido "ORSA" (Own Risk Solvency Assessment) que junto con el CBR, son dos de los conceptos más utilizados por los reguladores de seguros en el mundo. Es llamativo incluso que la SVS haya utilizado el acrónimo en inglés sin traducirlo al español.
Pero ¿qué es el ORSA? Simplificando, es la obligación de la aseguradora de hacer una proyección de su posición futura de capital, esto es, necesidades y disponibilidad de capital, para un periodo determinado (3 años se usa como mínimo en la regulación europea). A simple vista no parece algo demasiado complejo, sino incluso "normal" en la gestión de una entidad que está sometida a exigencias de capital regulatorio.
Pero no es así, el gran punto aquí es que la planificación de las necesidades futuras de capital, la compañía debe hacerla calculando lo que se denomina "capital económico", que representa la estimación del capital necesario para cubrir los riesgos a los que la aseguradora se expone, o sea ¡el CBR! pero ahora proyectado y determinado por la propia aseguradora, de acuerdo a su apreciación de los riesgos a los que se enfrenta, su plan de negocio y expectativas de crecimiento futuro, su definición de apetito de riesgo, entre otros aspectos, todo lo cual debe estar formalmente establecido, fundamentado, documentado y... ¡aprobado por los directores de la aseguradora!
En cierta forma, el ORSA es la culminación de un proceso que empieza con la planificación estratégica de la compañía, que define líneas de negocio, crecimiento esperado, política de inversiones, gestión operativa, entre otros, lo cual se traduce en riesgos asumidos por la aseguradora y en capital necesario para compensarlos. También desde el punto de vista regulatorio es un elemento clave, porque obliga a la compañía a incorporar como parte de su gestión, en forma explícita y cuantitativa, los conceptos de riesgos y capital asociado al riesgo, esperando con ello que las entidades puedan reconocer y gestionar oportunamente situaciones de toma excesiva o concentración de riesgos, y anticipar el impacto de determinados escenarios de estrés en sus operaciones.
Llegó el ORSA o la gestión del capital sobre base de riesgos a la industria aseguradora, cabe preguntarse, ¿cuándo será el turno de los bancos?