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Recuperando la inversión

Luis Felipe Lagos Economista

Por: Luis Felipe Lagos | Publicado: Miércoles 24 de julio de 2024 a las 04:00 hrs.
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Luis Felipe Lagos

Chile tiene un problema de bajo crecimiento. Las estimaciones de crecimiento de mediano plazo (tendencial) fluctúan en torno a 1,5% - 2%, lo que es insuficiente para impulsar el empleo, incrementar los salarios y allanar recursos para gasto social. El FMI proyecta para 2024-2029 un crecimiento promedio anual del PIB per cápita de 1,7%; esto llevaría a que su nivel actual se duplica en 40 años.

Para crecer, en el largo plazo, la productividad lo es todo, o casi todo, como lo afirma el economista Paul Krugman. Sin embargo, en un contexto de fuerte caída en el crecimiento de la población y de lento mejoramiento de la calidad del trabajo (capital humano); suponemos que es factible alcanzar la mediana del capital humano de los países ricos hacia el 2050, la acumulación de capital físico tiene un rol en el crecimiento de tendencia. Más aún, cuando la inversión trae aparejado ajustes y nuevos procesos en las empresas que incrementan la productividad.

“La permisiologia que retrasa los grandes proyectos por más de 10 años y con aprobación final incierta, es un verdadero impuesto. Asimismo, el crimen y la inseguridad desalientan la inversión en el país”.

La inversión (FBCF) ha registrado variaciones negativas durante los últimos tres trimestres; el Banco Central proyecta, sin mayores fundamentos, que la inversión tendría una leve caída en 2024 (-0,3%), y que el mayor precio del cobre y la disminución del tipo de cambio real la impulsarían en 2025 (5,4%).

La tasa de inversión a PIB alcanza un máximo histórico de 28%; actualmente, está en torno a 23%. ¿A que se debe su debilidad? Comencemos por lo obvio, aunque hasta hace poco no lo era, la incertidumbre política-económica frena o pospone proyectos de inversión. La permisiologia que retrasa los grandes proyectos por más de 10 años y con aprobación final incierta, es un verdadero impuesto. Asimismo, el crimen y la inseguridad desalientan la inversión en el país. Más allá de los tremendos costos sociales del crimen, un incremento de 1% en la tasa de homicidios reduce el crecimiento del PIB en 0,3 puntos porcentuales debido a una menor inversión y productividad (FMI 2023).

Establecer una vía rápida para los permisos y combatir proactivamente y efectivamente el crimen son políticas cruciales para la inversión. Pero también se cuenta con el instrumento tributario.

Se tiende a mirar a Irlanda como ejemplo, pero Chile ya logró en el pasado- mediados de los ‘80 y principios de los ‘90-, generar un boom de inversión al reducir la tasa del impuesto a las utilidades retenidas de las empresas desde un 50% a 10%. La tasa de inversión aumentó 10 puntos, siendo íntegramente financiada por mayor ahorro de las empresas (Hsieh y Parker 2006).

Sucesivas reformas tributarias han elevado el impuesto corporativo en 80%, llevando la tasa a 27% y desintegrando parcialmente los impuestos personales y de la empresa. También se ha intentado volver a una estructura tributaria similar a la existente antes de 1984, donde se le atribuye la tasa de impuesto personal a las utilidades retenidas, apelando al erróneo argumento de que éstas solo están esperando para ser consumidas, y por consiguiente, se esta difiriendo el impuesto (propuesta reforma 2014). En rigor, el ahorro de las empresas (utilidades no distribuidas) está en el agregado financiando inversión (máquinas, equipos, construcciones, capital de trabajo) y nunca se retira.

Para lograr tasas de inversión de 26%-28%, ser tributariamente competitivos y dinamizar el crecimiento tendencial, requerimos reducir la tasa del impuesto corporativo a 20%, dado que el promedio de los países ricos (OECD) alcanza a 23,7%, y restablecer la integración e implementar mecanismos de depreciación instantánea permanentes.

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