Si Borghi fuese un ejecutivo… evaluación de su gestión
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Rafael Rodríguez
El tema de la selección de fútbol domina varias conversaciones en mi casa gracias a mis expertos hijos, lo me ha motivado a evaluar la gestión de Borghi como si fuese un ejecutivo mirándolo desde la perspectiva de un accionista de la empresa dado que no soy un experto en fútbol.
El primero de los criterios de evaluación es el más global: los resultados, esta cuenta no es favorable para su gestión. Se sabe que el objetivo es el de clasificar a Chile para el mundial, lo que a hoy no se ha cumplido, Chile no está en la posición de repechaje, estaríamos eliminados si se cerraran hoy las eliminatorias. Este es un factor que pesa mucho dentro del total, todos los gerentes son permanentemente evaluados en torno al alcance de los objetivos que tiene la empresa y dentro de estos, los resultados pesan en promedio en un 80%.
Pero hay elementos más subjetivos que también se consideran. El primero, es el liderazgo; distintos tipos de liderazgo provocan comportamientos diferentes en los mismos jugadores. La evidencia en este caso es que han existido diversas formas de indisciplina tanto dentro como fuera de la cancha; la selección acumula la mayor cantidad de tarjetas rojas entre todos los países participantes y la mayor cantidad de tarjetas amarillas. Fuera de la cancha también suma el mayor número de jugadores con medidas disciplinarias de exclusión producto de su comportamiento en el período de concentración previo a los partidos y, por tanto, bajo la responsabilidad de supervisión del “gerente” respectivo.
Otro aspecto que habitualmente se evalúa es el “carácter”. En esto tampoco la evaluación es buena dado que el entrenador está castigado sin poder estar en la fábrica por cuatro partidos producto de un exabrupto con un juez. Esto debilita su posición para exigir a sus dirigidos un correcto comportamiento en cancha y no resulta extraño que se sumen las tarjetas de todos los colores posibles en los jugadores junto con la tarjeta roja del entrenador.
Finalmente está la visión que es la capacidad de articular una estrategia que permita alcanzar los objetivos y nuevamente aquí surge el cuestionamiento, el equipo chileno es el que más jugadores diferentes ha empleado en los partidos; si bien esto podría ser ayudado por factores no controlables como lesiones, también ha sido ayudado por la seguidilla de castigos de titulares. Pero lo que más llama la atención es que, al decir de los expertos, la estrategia planteada por el equipo chileno ha sido una de adaptarse partido a partido al juego de sus oponentes, obligando a jugadores a ocupar posiciones que no juegan habitualmente o no se sienten más cómodos. Lo más llamativo es que la estrategia de Chile sea entendible como una de adaptación frente al rival, no por sus propias características.
La verdad es que es difícil el cargo, pero por algo también su compensación monetaria es equivalente al triple de los que gana un gerente equivalente en una empresa con similar nivel de ventas. Me da pena Borghi, pienso que es una buena persona y lo debe estar pasando mal, pero el mundo de los negocios es duro y una evaluación fría ayuda a tomar las mejores decisiones en este campo.
En todo caso, despedir al entrenador en estas circunstancias, es harina de otro costal.