Rafael Rodríguez

El impacto de La Polar en la selección de directores

A raíz del caso de La Polar, han surgido inquietudes periodísticas que han cuestionado...

Por: Rafael Rodríguez | Publicado: Jueves 12 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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A raíz del caso de La Polar, han surgido inquietudes periodísticas que han cuestionado la dificultad de elegir directores independientes debido al costo de postular al cargo de director a partir de lo ocurrido en La Polar. Ver en los noticieros al presidente de una compañía abierta en Bolsa entrando a la cárcel junto con un grupo de ejecutivos sólo se había mostrado en reportajes de noticias internacionales; es la primera vez que algo así ocurre en Chile.



Junto con el fortalecimiento de las instituciones reguladoras, la nueva ley de gobiernos corporativos y un mayor nivel de exigencias del medio en general, los riesgos de ser director han aumentado y esto no es completamente compensado por los seguros que se pueden contratar que protegen la responsabilidad civil, los que dicho sea de paso han tenido un aumento en su demanda.

Es probable que estos eventos permitan corregir algunas situaciones que son miradas con curiosidad por parte de los observadores del mundo corporativo chileno. La primera de estas situaciones dice relación con el gran interés por ser director independiente que ha existido tradicionalmente en Chile junto con las relativamente bajas dietas asociados a dichas compensaciones; ésta es una situación que probablemente se va a ajustar en un diferente equilibrio en el futuro.

El interés por ser director hasta ahora se ha producido básicamente por dos razones. La primera es que existe una limitada oferta de cargos de directores independientes; las AFP tienen entre 60 y 70 cargos de directores independientes que designar, los restantes accionistas minoritarios no suman muchos más y si se considera que un director puede está en promedio en más de un directorio, el número de directores independientes en el mundo de las sociedades abiertas en bolsa no excede las 100 personas. El resto de los directores son designados por los controladores
Por otra parte, la oferta de directores es bastante más amplia; el listado de postulantes a directores independientes de la Superintendencia de Pensiones suma más de tres y media veces esa cifra y como es obvio hay muchos potenciales directores independientes que no se encuentran en dicha lista.

La otra “imperfección” en el mundo de los directores lo constituye la compensación por su trabajo. Para ilustrar el punto baste señalar que el coeficiente de variación que muestran los estudios de ejecutivos está en general en rangos del orden de 20% para empresas de tamaños similares, mientras que para empresas también similares, en el caso de los directores este rango alcanza a un 80%. Es probable que se produzca un ajuste por la vía de aumentar las compensaciones de aquellas empresas que remuneran más pobremente el trabajo del ahora percibido más riesgoso trabajo de director.

Los beneficios de ser director han sido contrapesados por una mayor percepción de los riesgos inherentes al cargo, mientras que la disponibilidad ha cambiado; por un lado, hay por parte de los postulantes una mayor precaución de hacer un “due diligence” antes de aceptar un cargo y, por otra parte, una mayor preocupación por la remuneración; el resultado de los juicios de La Polar va a ser el de un nuevo equilibrio entre oferta y demanda.

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