Desempleo en España y oportunidades para Chile
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Rafael Rodríguez
Me tocó estar recientemente en España donde entrevisté a un grupo de candidatos seleccionados por nuestros socios en España para incorporarse al equipo comercial de una empresa relacionada.
La verdad es que la situación en España es verdaderamente triste; un país con una riqueza de factores productivos tan grande, partiendo por su capital humano, que esté enfrentando una situación tan dramática conmueve. La tasa de desempleo de 25% en España es una de las más altas que ha experimentado ese país en los últimos 50 años, llegando en el caso de los jóvenes menores de 30 años a un nivel de 52%.
A lo anterior es necesario agregar que las personas que trabajan sienten una gran precariedad, la que se agudiza en el caso de los empleados más jóvenes; una parte de los afortunados que tienen trabajo -que pasaron a ser una minoría- trabajan en empleos temporales, a plazo fijo y con pocas esperanzas de ser prorrogado y en una gran mayoría con remuneraciones que son inferiores a mil euros a pesar de tener una profesión formal tradicional.
Para empeorar aún más las cosas, no tienen esperanzas de que la situación cambie significativamente en un horizonte cercano; en efecto, el primer ministro ha anunciado que la economía española recién empezará a repuntar en 2014 y eso no significa que vaya a representar un aumento inmediato ni masivo de oportunidades laborales. Esto último fue lo que más me impresionó; la falta de esperanza.
Quienes están cesantes después de haber trabajado tienen por un período un subsidio del estado que varía en su duración y monto pero que en el extremo superior en el caso de los jóvenes puede llegar a mil euros. En la medida que pasa el tiempo este monto disminuye y eventualmente se extingue. Sin embargo existe una gran cantidad de jóvenes que no ha entrado al sistema formal laboral y por tanto no tienen derecho a recibir subsidio alguno por este concepto.
Realmente es sobrecogedor, recuerda la situación de Chile en la gran recesión de los años 80 cuando la tasa de desempleo se encumbró a cerca de 30% y por varios años fue muy difícil conseguir un empleo para quienes quedaban sin trabajo.
Para las empresas chilenas esta lamentable situación en la que se encuentra España es una oportunidad que permite contratar a personal muy calificado, ya que se da la paradoja que muchos jóvenes al no encontrar trabajo han seguido estudiando. Por ejemplo las dos personas que contratamos tienen un título de pre-grado, el equivalente a ingeniero comercial una y abogado la otra, ambas tienen post-grados y han vivido por largos períodos fuera de España y hablan un segundo idioma con fluidez.
Finalmente, vienen a Chile con ganas de que les vaya bien, de aprovechar la oportunidad de trabajar y de prosperar económicamente. Ambas vienen con la disposición del inmigrante, quemando sus naves y dispuestas a hacer su vida en Chile. No exigen condiciones económicas muy particulares, sólo quieren tener una oportunidad real de que les vaya bien con esfuerzo y trabajo.
Sin dudas que para las empresas chilenas que experimentan un alza de sus costos laborales y escasez de profesionales por el virtual pleno empleo en que se encuentra la economía chilena, el buscar talentos en España puede resultar muy conveniente.