Propuesta Fontaine para mejorar las pensiones
Tomás Flores Economista LyD
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Tomás Flores
El proyecto de reforma al sistema previsional sigue estancado en su segundo trámite, dado que el Gobierno ha mantenido su propuesta a pesar de que partes sustanciales de ella fueron rechazadas en la Cámara de Diputados. Esto incrementa día a día la probabilidad de que esta iniciativa, la tercera en esta materia, fracase en lograr el consenso necesario en el Congreso.
Esto, sin duda, es muy lamentable, ya que la expectativa de vida sigue subiendo, la tasa de ahorro sigue en 10% del salario y la informalidad sigue incrementándose. Todo esto implica peores pensiones autofinanciadas y carga sobre la PGU del futuro el ajuste parcial para el desequilibrio vigente actualmente.
“Lo que propone el Gobierno es un impuesto, no una cotización de seguridad social. En el mecanismo Fontaine el trabajador no pierde la propiedad de los fondos que le prestará al Fisco para subir las jubilaciones actuales”.
En este contexto, la propuesta de Bernardo Fontaine es interesante, ya que abre una nueva dimensión de debate, luego de tantos meses de ceguera. Su propuesta implica aumentar en un 4% la cotización adicional, en lugar del 6% contenido en el proyecto de ley, y que de ese porcentaje un punto porcentual se le preste al Estado y con ese dinero aumentar las pensiones de actuales jubilados.
Esta propuesta eleva las pensiones actuales, y establece una especie de Bono de Reconocimiento para los actuales cotizantes/futuros jubilados. De esta manera, los cotizantes actuales incrementan el aporte a su cuenta individual y en el momento de tramitar su jubilación la Tesorería General de la República determina el total de ese 1% que la persona le prestó al Gobierno durante varias décadas. Esa cifra sería transferida al fondo previsional de la persona para determinar, junto a su ahorro individual, su pensión futura.
Esta propuesta tiene dominancia sobre la planteada por el Gobierno, ya que en esta última no vincula la cotización que irá al fondo estatal con la pensión futura del trabajador. Eso es un impuesto, no es una cotización de seguridad social. En cambio, en el mecanismo Fontaine el trabajador no pierde la propiedad de esos fondos que le prestará al Fisco para subir las jubilaciones actuales.
El ministro de Hacienda indicó que el equivalente a un punto de cotización equivale más o menos a medio punto del PIB. Si se multiplica, por ejemplo, por 20 años, se genera cerca de 10% del PIB de mayor endeudamiento y ello es delicado, dado el alto endeudamiento fiscal actual.
En efecto, en 2013, el stock de deuda del gobierno central y de las empresas estatales era de US$ 67 mil millones y 25,7% del PIB, lo que en 2023 llegó a US$ 178 mil millones, equivalente a un 59% del PIB. Este sustancial incremento de 33,3 puntos del PIB en una década da cuenta de la persistencia de año tras año de déficits fiscales, así como de malas decisiones en las empresas estatales. Esto ha encendido las alarmas y las clasificadoras de riesgo han degradado tanto la deuda del gobierno central como de las empresas estatales, en particular la de Codelco.
Esta realidad es muy lamentable, porque el abultamiento de la deuda pública está comenzando a paralizar la posible implementación de cualquier política pública y es así que si estuviéramos en 2013 con una deuda total de 25,7% del PIB sería perfectamente abordable la propuesta de Fontaine. En la actualidad se hace mucho más complejo, pero no imposible.
De esta manera, la propuesta Fontaine es interesante ya que abre una nueva dimensión de discusión y aunque requiere de una planificación fiscal sofisticada, dada la deuda pública actual, es mucho más eficiente para subir las pensiones actuales.