La Tasa de Política Monetaria (TPM) se ha mantenido en 5% desde enero de 2012, lo que representa su período de estabilidad más largo desde que existe el actual esquema de Política Monetaria. La incertidumbre y el bajo crecimiento de los países desarrollados junto con una dinámica demanda interna han generado un escenario en que la decisión óptima ha sido mantener la TPM en el mismo nivel por 16 meses.
Sin embargo, las liquidez de mercado está lejos de haberse mantenido estable durante 2013 y actualmente tenemos condiciones monetarias claramente más expansivas que durante 2012 y con la misma TPM. La evidencia es clara. En las últimas semanas, las tasas de interés de los depósitos bancarios nominales incluso hasta 90 días se ubicaron por debajo de la Tasa de Política Monetaria. Si bien el plazo es muy corto, expectativas de una baja agresiva en la tasa de instancia podría explicar este evento. Sin embargo, las cifras implícitas en las curvas de mercado sugieren que la TPM no se movería o tendría solo una disminución marginal en 2013.
Por otra parte, comparado con Diciembre del año anterior, los spreads de las tasas de los depósitos a plazo han caído gradualmente y es equivalente a una disminución de la TPM de al menos 50 puntos base.
El origen de esta mayor liquidez es difícil de encontrar. Al menos los datos hasta marzo no muestran un cambio significativo en el portfolio de las AFP hacia una mayor proporción en instrumentos de renta fija. Por otra parte, flujos ingresando desde el exterior resulta una explicación atractiva, aunque es difícil encontrar evidencia definitiva al respecto considerando la magnitud que se requiere para explicar el fenómeno.
Evidentemente el costo de fondeo bancario al menos de corto plazo se ha abaratado en los últimos meses, situación que podría verse reflejada en una mayor expansión de las colocaciones. Si bien la última encuesta de créditos bancarios muestra condiciones de oferta más restrictivas, esto se explica principalmente por una percepción de aumento en el riesgo de no pago tanto de empresas y de personas. Esto último es particularmente interesante para el caso de la construcción, donde el Banco Central ha generado un debate respecto a la coherencia entre los fundamentos de mercado y la evolución reciente de este sector. Por otra parte, es probable observar algún tipo de rezago en la encuesta y en la evolución de las colocaciones del sistema que se han desacelerado en los últimos meses, considerando el período de transmisión de las menores tasas de interés.
De todas formas, resulta importante considerar que las condiciones de liquidez son más expansivas que las observadas durante todo 2012. La evaluación respecto al origen de esta mayor liquidez y de la duración de este fenómeno es muy relevante por su posible impacto sobre la dinámica del crédito y de la demanda interna junto con las implicancias para la política monetaria. Lo anterior no pensando al menos en el corto plazo en eventuales presiones inflacionarias sino más bien en el efecto que podría tener sobre el déficit de cuenta corriente una demanda que no continúe desacelerándose en los próximos meses.