Plataforma para un Pacífico exportador
Juan José Ugarte G. Consejero CPI Ricardo Brunner Consejero Infraestructura Corma
El comercio exterior chileno movilizó el año recién pasado 125 millones de toneladas, con las exportaciones representando más de la mitad. El 97% se realizó por la vía marítima, lo que releva la centralidad de los puertos para el desarrollo del país y su competitividad frente a la región y el mundo. Hoy, comparado con los países de la OCDE, demoramos más y duplicamos los costos logísticos, haciendo urgente pensar su desarrollo para hacerlos más efectivos y eficientes.
Para ello, Chile requiere de una estrategia de desarrollo portuario de gran escala. Esto significa no solo pensar en terminales marítimas, sino también el desarrollo de la red logística: centros de distribución y consolidación de cargas, rutas de acceso para camiones de alto tonelaje y un moderno y expedito sistema ferroviario de carga.
“Una alternativa óptima sería potenciar el sistema portuario de la Región del Biobío. Allí se emplaza un complejo de puertos variados y de buen nivel, con inversiones públicas y privadas”.
Si miramos nuestro frente Pacífico como una gran plataforma de exportaciones, contamos con tres grandes polos portuarios: la minería con salida en el norte; frutas y minerales por el centro, y productos forestales, salmones y otros, por la zona sur. Nuestra visión centralista nos ha llevado a pensar que la V Región constituye la prioridad para el desarrollo portuario del país, aunque esta demande grandes inversiones estatales y afecte su entorno urbano, sin ponderar adecuadamente otras alternativas.
Pero ¿es esta la mejor opción? A nuestro juicio no.
Una alternativa óptima sería potenciar el sistema portuario de la Región del Biobío. Allí se emplaza un complejo de puertos variados y de buen nivel, con inversiones públicas y privadas y capacidad de movilizar contenedores, carga general y granel. Si sumamos a ello el potencial crecimiento que representa Huachipato -tras el cierre de su siderúrgica- existen pocas zonas portuarias en el mundo con semejante frente de agua, áreas de respaldo y conectividad.
Por su ubicación geográfica permite las exportaciones silvícolas, de productos del mar y es una excelente alternativa para la producción frutícola y de importación hacia la zona central. Sumemos el interés de Argentina para la exportación de productos de sus regiones del sur. Ello representa una gran oportunidad para el desarrollo de una infraestructura portuaria integral, interconectando las capacidades de las regiones Metropolitana, Valparaíso y del Biobío.
En este contexto, es muy relevante considerar que varias de las concesiones de puertos del Estado vencen a fin de esta década. Ello abre la oportunidad de tomar el desafío del puerto de gran escala, reformulando las licitaciones en la perspectiva de construir el complejo portuario que permita la operación de barcos modernos y se transforme en una alternativa a nivel global.
Cuando el Estado está planificando invertir miles de millones de dólares en desarrollo portuario, es una obligación preguntarse cuál es la opción más eficiente, con un mayor beneficio social para el uso de estos recursos. El complejo portuario del Biobío, integrado con ferrocarriles, carreteras y centros de transferencia, permitiría aumentar nuestra competitividad mediante una plataforma portuaria y de logística de primer nivel, potenciando el crecimiento sostenible de nuestro país durante los próximos 100 años.