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Padre Hugo Tagle

Tres predicciones

Nos han tapizado con balances de fin de año y los gurús de lo futuro han hecho fiesta con esto de lanzar todo tipo de predicciones antojadizas.

Por: Padre Hugo Tagle

Publicado: Lunes 2 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.

Padre Hugo Tagle

Padre Hugo Tagle

Nos han tapizado con balances de fin de año y los gurús de lo futuro han hecho fiesta con esto de lanzar todo tipo de predicciones antojadizas.

En relación a los balances, al final del día, el más importante es el suyo personal. Dedique un tiempo a ello en estas semanas estivales, algún día de las vacaciones; una autocrítica que lo lleve a hacer y ser mejor en este nuevo año. El mejor balance será el que lleve a una mejor convivencia y armonía. Una lectura cuidadosa de los “signos de los tiempos” nos llevará a abordar con esperanza y éxito los próximos meses.

La primera predicción, y no se necesita ser gurú de las finanzas, es que se nos viene un año difícil en lo económico: Una clara invitación a ser responsables, a cultivar una vida austera, a crecer en sensibilidad ante los más pobres -inmensa mayoría en el mundo-, marginados y débiles. Si puede, cree más y mejores fuentes de trabajo: un gran apostolado.

La segunda “predicción” es que nuestro pequeño mundo -el único que tenemos- colapsará, de seguir explotándolo como lo hacemos. Haga suyas las campañas de ahorro de energía y agua. Redundará positivamente en su bolsillo y, de paso, contribuirá a mantener con vida nuestro planeta. Políticas de crecimiento sustentable, amigables con la naturaleza dejaron de ser un romanticismo para transformarse en una urgencia. De todos depende que este mundo nuestro dure un buen tiempo más.

Y la tercera es la más importante para éste y todos los años: Que en su 2012 sienta una mayor presencia de Dios, quien no pide nada y lo da todo. Su olvido nos lleva a olvidarnos del hombre, nos vuelve extraños unos de otros. Y no se trata de tenerlo como “chapita” en la solapa, sino como referente último, decisivo de nuestro diario actuar. No se trata de hablar más de Él: se trata de vivirlo.

La fe nos lleva al encuentro, a la amistad, al reconocimiento del valor del otro. Quien vive con una dimensión de trascendencia es más feliz, disfruta mejor la vida, encara con mayor fortaleza la adversidad, las dificultades y fracasos. Se levanta con mayor energía de un golpe o traspié.

El año pasado experimentamos como pocos cuán interconectado e interdependiente es nuestro mundo. No existen más compartimientos-estanco, separados e independientes. Nos necesitamos unos a otros. Y de cada uno depende el que hagamos de este espacio un hogar y mesa para todos.

Le deseo un feliz y próspero 2012. Sea usted gestor de esa paz, felicidad, concordia y unidad que nos deseamos siempre. Un grano de arena, que sumado a otros, harán de éste un gran año.

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