Padre Hugo Tagle

El mejor padre

El domingo el comercio nos invitó a celebrar el día del Padre...

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 16 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
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Padre Hugo Tagle

El domingo el comercio nos invitó a celebrar el día del Padre. La verdad, soy de los que no miran con malos ojos este tipo de festejos ya que los chilenos, en general, nos regalamos poco. De ahí que celebrar el día de la madre o el padre es una buena idea y, en este caso, da pie para reflexionar sobre esta figura, la que no goza de buena prensa en nuestra copia feliz del Edén. En efecto, la imagen paterna en Chile pinta para café oscuro. Abundan las quejas por padres ausentes, despreocupados; o demasiado estrictos o pusilánimes. Algunos otros, egoístas y déspotas.

Chile tiene el triste record de ser uno de los países donde nacen más niños fuera del marco familiar ofrecido por la ley que dentro de él. Si la idea de familia está ya algo deteriorada, tanto más la idea de padre. Muchos niños y jóvenes crecen a la sombra de su madre, una tía o abuela. Todas figuras femeninas. Escasean las imágenes masculinas señeras en los hogares chilenos. Y, en más de un caso, algunos agradecerían más su ausencia.

Pero hay de los buenos padres. Y aprovecho estas líneas para felicitar a esos papás aperrados, jugados por sus hijos, de dedicación entusiasta y sacrificada. Conozco quienes han hecho grandes sacrificios por su vida familiar, por sus hijos, por darles lo mejor. Padres que han postergado sus proyectos en pos de la vida familiar. Se encuentran a los pies de la cama del hijo enfermo, esperando en las puertas de las cárceles, a la salida del colegio. Haciendo hora en la noche a la espera de buscar a los hijos adolescentes de una fiesta.

“No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre”, dice Sigmund Freud. La pura verdad. El padre regala seguridad, amparo, luz. No debe hablar mucho. Es una tensión sabia entre lejanía y cercanía. No muy lejos, para sentirlo cerca. Pero tampoco muy cerca, para no ahogar la vida y libertad. El modelo cristiano de padre es San José, quien cuidó a Jesús y se entregó silencioso a él. No dice nada, pero hace mucho. No es centro de mesa, sino que hace sentir a quienes lo rodean como los importantes.

El buen padre no busca destacar: logra que los suyos destaquen y se sientan bien, los mejores. “Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista”, reza un viejo dicho. Es trabajoso esto de “hacerse” padre. Un trabajo diario, en que existe tesón, renuncias e imaginación. Es la más importante de las aventuras que puede emprender un hombre.

Felicitaciones a todos los padres y a quienes lo van a ser. Que sean reflejo del Padre Dios y cuenten con su sabiduría y gracia.

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