Padre Hugo Tagle

Deuda materna

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 14 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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El 13 de mayo celebramos el día de la madre pero, la verdad, estamos en deuda con la maternidad. Sí, porque un buen índice del grado de felicidad de una sociedad es la felicidad de las madres. Ello redunda en una sociedad más feliz, unida, justa. Lamentablemente, no siempre es así. Ser madre en Chile, es muchas veces una tarea ingrata, mal atendida y cuidada, a la que se le carga con obligaciones y tareas excesivas. Algo hemos mejorado como sociedad. Pero estamos lejos de las atenciones y derechos que se han ganado en otros países. Un apoyo más decidido a la maternidad será una gran inversión para Chile, que redundará en beneficios para todos y, de paso, evitará muchos de los males que nos agobian.

Quien ha crecido a la sombra de una buena madre, lo nota él y su entorno. Particularmente en el crecimiento en la fe. El Papa Francisco dice en relación a ello: “Las madres a menudo transmiten también el sentido más profundo de la práctica religiosa” porque “en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que un niño aprende, se inscribe el valor de la fe en la vida de un ser humano”. Este “mensaje” es “la semilla de la fe” que “está en esos primeros, preciosísimos momentos”. En efecto, la transmisión de la vida de fe, el amor a Dios, se da a través de la madre.

“En la familia está la madre. Toda persona humana debe la vida a una madre y casi siempre debe a ella mucho de la propia existencia sucesiva, de la formación humana y espiritual”. Por ello, dice el Papa, es lamentable que no se le dé a las madres la importancia que tiene: “Es poco escuchada y poco ayudada en la vida cotidiana, poco considerada en su rol central en la sociedad”. Incluso “a menudo se aprovecha de la disponibilidad de las madres a sacrificarse por los hijos para ‘ahorrar’ en los gastos sociales”.

El Papa indicó que “las madres son el antídoto más fuerte a la difusión del individualismo egoísta” ya que ‘individuo’ quiere decir ‘que no puede ser dividido’”. Pero “las madres, en cambio, se ‘dividen’, ellas, desde cuando acogen un hijo para darlo al mundo y hacerlo crecer”.

Un desafío importante es compatibilizar sabiamente trabajo y maternidad. Por ello, una mayor flexibilidad laboral permitiría a muchas mujeres la posibilidad de trabajar y, a su vez, atender a sus hijos, de manera especial en sus primeros años de vida. Clave en esto es la real y eficaz participación de los padres, de quienes se espera mayor participación en las labores hogareñas, mayor tiempo a sus hijos y asumir las tareas maternas como propias.

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