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Alto contraste
Padre Hugo Tagle
Dejamos atrás un año para recordar. Todo lo vivido, terremoto, mundial de fútbol, mineros, incendio de cárcel, Teletón, están ahí para sacar lecciones. Las malas experiencias pueden ser mejores maestras que las buenas, si las aprovechamos bien. De ahí que hacer de lo pasado borrón y cuenta nueva no es la actitud más correcta.
Más sabio será acuñar todas las experiencias vividas en ese año bicentenario y sacar lo mejor de ellas. Una lectura de fe a la historia, cualquiera sea el acontecimiento, nos dirá que Dios habla siempre, en lo bueno y lo malo. Incluso su voluntad se revela más nítidamente en lo doloroso, como es la experiencia que hacemos repetidamente. Depende de cada uno sacar lo mejor de ese hecho en cuestión.
Otro tanto en la mirada hacia este año que se viene prometedor, como se ha dicho en tantos foros. Quiera Dios que no hayan grandes tragedias. Pero incluso aunque ellas se presenten, la actitud será la misma: aprovechar lo mejor de cada desafío que se plantea. Pero comparto el creciente optimismo que inunda a buena parte de los chilenos. Un alto 56 % cree que 2011 va a ser muy bueno o bueno para el país, y un notable 62 % cree lo mismo para sí mismo y su familia. Sólo un ínfimo 6 % cree que viene un año malo.
Me alegra este optimismo reinante y la mirada positiva al año que comenzamos. Por carácter, tendemos de suyo a desalentarnos y desmoralizarnos con facilidad, a descubrir la mancha en el mantel o a fijarnos en la mitad vacía y no en la llena del vaso. Tenemos una mirada excesivamente crítica a la realidad, descubriendo antes lo negativo que lo positivo. Por lo mismo, es grato ver que cambiamos para bien. Quien aborda su historia y la de los demás con aire positivo, tiene ya la mitad de la carrera ganada. Pero, así y todo, me pongo en el caso de que se den tragedias. Las probabilidades siempre existen. El consejo será el mismo: abordarlas con optimismo y ánimo. Siempre será la mejor lección que podamos dar a los demás.
Para que sea un buen año, le aconsejo dejarse animar por el amor desinteresado a los demás y por la generosidad. Será un buen año para usted si se preocupa de que, quienes lo rodean, sean más felices. No preguntarse tanto si es un buen año para usted, como si ha logrado que lo sea para los demás. La propia felicidad pasa por hacer felices a los demás.
Será también un buen año si compartimos más con otros. Tanto bienes materiales aún hay mucho que hacer como tiempo y amistad. Darse es siempre recibir, es siempre ganar.
Y por último, será un buen año si le dejamos espacio a Dios. Reservar momentos en el día, en la semana, para dialogar con Él, será una buena inversión, que traerá buenos dividendos, que repercutirá positivamente en todo lo que realice. Es el mejor socio y consejero. Que tenga un muy buen año 2011.
