Ojo con el número de asalariados formales
ELISA CABEZÓN Directora de Evidencia de Pivotes
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ELISA CABEZÓN
En los últimos dos años, se han implementado reformas laborales relevantes: el aumento del salario mínimo a $ 500.000 y la Ley de 40 horas. Además, la actual administración ha puesto fin al Ingreso Mínimo Garantizado y al IFE laboral, que subsidiaban la contratación en los tramos de menores sueldos, y hemos tenido altas tasas para controlar la inflación. Es decir, en este período, en lugar de facilitar la contratación en el mercado formal, ésta se ha encarecido.
¿Estas políticas han tenido efecto en el número de asalariados formales? Los datos administrativos de la Superintendencia de Pensiones, que es un reporte censal del número de trabajadores dependientes que cotizan en las AFP, indican que sí. Y lo más grave es que la disminución ocurrió en los tramos de menores ingresos: el número de cotizantes con sueldo imponible inferior a $ 650.000 (corregido por inflación), se ha reducido en 433.303 puestos en los últimos dos años. Una cifra que solo fue suavizada por el aumento de asalariados en los tramos superiores, con lo que la caída total de cotizantes en ese período fue de 108.268 puestos de trabajo.
“Mientras los datos censales de la Superintendencia de Pensiones indican una caída en el número de asalariados formales en los últimos dos años, la estimación del INE muestra un incremento”.
Este deterioro del número de asalariados con seguridad social no lo está reflejando la Encuesta Nacional de Empleo del INE que, a través de un muestreo de la población, entrega distintas estadísticas del mercado laboral. Mientras los datos censales de la Superintendencia de Pensiones indican una caída en el número de asalariados formales en los últimos dos años, la estimación del INE indica un incremento de 329.466.
Las diferencias metodológicas explican las discrepancias que suelen haber en los niveles de empleos reportados. Sin embargo, históricamente ambas series han compartido la misma tendencia en la evolución de empleos, excepto en los últimos 19 meses, que reflejan tendencias opuestas: según la encuesta del INE se están creando empleos formales, mientras que los datos administrativos indican que se están destruyendo. La caída en los registros censales se mantiene incluso si corregimos por el pago de cotizaciones atrasadas.
La tendencia opuesta de la evolución del empleo formal de la encuesta del INE a los datos censales no solo esconde el difícil escenario laboral que atraviesa el país, sino que adicionalmente son las estadísticas del INE las utilizadas mes a mes por las autoridades y técnicos para el seguimiento y evaluación del mercado laboral. Esta discrepancia, y su respectiva explicación, no debe pasarse por alto.
Estamos en un momento donde es sumamente importante monitorear el real estado del empleo formal debido a las últimas reformas que han encarecido la contratación. La tentación de las autoridades será usar la fuente que indica que este empleo no se ha debilitado y sigue creciendo, pero eso sería negar la preocupante realidad que nos está mostrando los registros administrativos. Lo responsable es considerar lo que reflejan estos últimos, sobre todo a la hora de discutir otras propuestas que dificultan la contratación, como la negociación ramal, subir el salario mínimo a $600.000 o financiar actuales pensiones con las cotizaciones de los trabajadores.