Mensaje desde la OCDE

ANA MARÍA MONTOYA

En septiembre se publicó el esperado Economic Review de nuestro país elaborado por la OCDE. Este documento trae mensajes muy importantes para Chile, que si bien pueden haber pasado inadvertidos, son relevantes en el contexto actual, luego del rechazo de la propuesta de nueva Constitución.

La OCDE reconoce la solidez de nuestras instituciones macroeconómicas, que han sido capaces de sortear recientes crisis como la provocada por el estallido social, la pandemia y su rol al intentar controlar los shocks inflacionarios producto de factores internos como externos que han llegado a máximos no vistos hace 30 años.

“Si el foco no está en salir del actual estancamiento de la productividad, dice la OCDE, el margen para mejorar condiciones sociales es muy limitado”.

No obstante, el organismo internacional plantea que esto no es suficiente si queremos salir del actual estancamiento de la productividad, reconociendo que si el foco no es puesto en dicho objetivo, el margen para mejorar condiciones sociales es muy limitado.

Para lo anterior, la OCDE releva la importancia de reforzar la competencia en los mercados como un mecanismo para aumentar la productividad, donde no solo las empresas deben hacer su parte, sino que se deben reducir las barreras regulatorias. En particular, se destaca el rol de promoción de la competencia que poseen las autoridades respectivas. Aquí la OCDE no sólo reconoce la importancia de perseguir y sancionar conductas, sino también de educar y forjar una cultura de competencia, lo cual sin duda es un desafío en cómo implementarlo de manera efectiva. También señala la importancia de la inversión en investigación y desarrollo como prioridades clave por parte del Estado para impulsar la productividad y la inversión en las compañías, destacando que se debe monitorear el impacto para centrar la inversión en instrumentos de políticas públicas eficaces.

Otro punto de relieve es el capital humano y cómo reducir las brechas en calidad educativa que teníamos antes de la pandemia y que se exacerbaron producto del cierre de las escuelas. Así como mejorar el acceso a la educación de calidad en la primera infancia, que permitirán mejorar los resultados educativos y que más mujeres participen del mercado laboral.

La OCDE también profundiza sobre los retos y riesgos medioambientales del país, donde no podemos quedarnos en lo que esto complejiza materializar inversiones, sino en las oportunidades para nuestro desarrollo futuro. Así, nos recuerda que el actual contenido fósil de la matriz energética contrasta con el fuerte potencial de Chile en la generación de energías renovables, donde el hidrógeno verde nos brinda un potencial para descarbonizar la industria pesada.

De esta forma, en un contexto donde nos hemos acostumbrado sólo a ver como prioritario la exigencia de derechos sociales, no podemos dejar de lado políticas económicas como las mencionadas, que deben ser consideradas como una condición necesaria para poder extender dichos derechos. Es crucial retomar en el centro de la discusión el aumento de productividad y la inversión, y así compatibilizar el crecimiento como una condición necesaria para una mayor igualdad, tan anhelada.