¿Más redes 5G para Chile? No mientras siga la judicialización

Pamela Gidi Masías

Como país nos debiera llenar de orgullo el pronóstico de Telecom Advisory Services, que señala que para 2025 Chile tendrá una cobertura de conexiones 5G del 56,74%. Esto quiere decir que para ese entonces más de la mitad de la población empleará esta nueva tecnología, lo que nos convertirá en líderes regionales, tras los concursos públicos de espectro radioeléctrico desarrollados por Subtel entre fines de 2020 y 2021.

El actual subsecretario de Telecomunicaciones ha anunciado un próximo concurso público de espectro para servicios 5G en la banda de 3,5 GHz. Pero lamentablemente, una vez más, la industria está envuelta en un proceso de judicialización, a raíz de la intención de Claro de modificar sus antiguas concesiones de telefonía local inalámbrica en la banda de 3,5 GHz para prestar servicios 5G.

“Resulta imprescindible que la Subtel proceda con un Plan de Reordenamiento de la banda 3,5 GHz, de modo que el país disponga de bloques de espectro continuo y de suficiente tamaño como los que requiere la tecnología 5G”.

El espectro radioeléctrico es un recurso escaso y un bien nacional de uso público a la vez, pero no les sirve a las personas ni a la economía mientras el Estado lo conserve sin uso. Debe por lo tanto concesionarse, exigiendo de paso un plan de inversión en nueva infraestructura 5G. Entre antes se concrete la inversión, antes recibirán los usuarios y nuestra economía los beneficios de esta tecnología.

Necesitamos por ello disponer de más espectro concesionado, más inversión desplegándose masiva y competitivamente, para que la gran mayoría de los consumidores tenga acceso a distintas redes móviles de mayor velocidad, de modo de satisfacer sus necesidades personales de comunicación y hacer frente a los desafío de la economía 4.0.

El Plan Nacional de Espectro, elaborado en 2018 por Subtel, sometido a consideración y aprobado por el Tribunal de la Libre Competencia en su mayor parte, y ratificado por la Corte Suprema, tiene como principio base que el mercado de las telecomunicaciones se beneficiaría con al menos cuatro operadores en tecnología 5G, fortaleciendo así la libre competencia para beneficio de los consumidores.

La estrategia consideró también las recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que promueve activamente la convergencia tecnológica de modo de eliminar las antiguas diferencias regulatorias entre las distintas redes especializadas del pasado, para permitir que una misma red pueda proveer ahora múltiples y variados servicios.

En la administración anterior, cuando se diseñaron los concursos para 5G, siempre se consideró que el espectro 3,5 GHz que se encontraba ya en manos de distintos operadores era hábil para prestar servicios 5G móvil, en razón precisamente del principio de convergencia tecnológica, el uso eficiente del espectro y la práctica histórica de Subtel. Esta viabilidad quedó expresamente establecida mucho antes, en el informe técnico de participación por operador, en el que, para la banda 3.5 GHz, se consagró la posibilidad de modificar las concesiones ya otorgadas, previa autorización de Subtel y siempre después de realizados los concursos 5G.

Por lo mismo, creo acertada la decisión de dicha Subtel de modificar las antiguas concesiones de telefonía local inalámbrica, pero no es suficiente. Resulta imprescindible que proceda con un Plan de Reordenamiento de la banda 3,5 GHz, de modo que el país disponga de bloques de espectro continuo y de suficiente tamaño como los que requiere la tecnología 5G.