¿Más ingresos fiscales? Reduzcamos la informalidad
CECILIA CIFUENTES Economista y directora del ESE Business School, UAndes
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CECILIA CIFUENTES
Falta recaudación fiscal, pero Chile tiene una tasa de impuesto corporativo superior al promedio OCDE, el IVA también es de los más altos y las tasas marginales de impuesto a la renta son similares, sin embargo, recaudamos menos que la OCDE respecto al PIB, brecha que el Gobierno quiere cerrar subiendo nuevamente los impuestos al capital.
Todo indica que es un camino errado, considerando además que Chile es uno de los países que más recauda de las empresas, casi un 5% del PIB, en comparación con un 3% promedio en la OCDE. Pero incluso esta comparación es incorrecta, como también lo es la medida de la recaudación total respecto al PIB, y no sólo por las cotizaciones de seguridad o el nivel de desarrollo, sino también por el grado de informalidad de los países, en que Chile ocupa un triste tercer lugar, luego de Colombia y México.
“Está quedando ausente de la reforma la vía más eficiente y justa para generar los recursos que el Estado necesita: terminar con la economía dual, donde sólo un 60% de la actividad productiva está pagando impuestos como corresponde”.
Este es un aspecto muy relevante, porque finalmente la carga tributaria recae sólo en el sector formal de la economía, siendo esa la comparación relevante para determinar qué tan onerosa resulta al sector productivo, y que tan difícil le resulta no sólo competir internacionalmente, sino más grave aún, competir con el sector informal del propio país, que en Chile representa un tercio de la economía al menos.
La informalidad es un problema grave, que se ha mantenido a pesar del desarrollo de la economía. Basta decir que hace 30 años sólo un 60% de los afiliados al sistema de pensiones cotizaba efectivamente, porcentaje idéntico al de hoy. ¿Y qué ocurre si ajustamos la carga tributaria de los países OCDE por el grado de informalidad? Chile queda bastante similar al promedio de la OCDE, con una carga de 35% sobre el PIB formal, versus un 40% promedio para ese grupo de países. Si además corregimos por las cotizaciones de seguridad social y por el nivel de ingreso, la brecha desaparece, y aquella que sí debemos cerrar es el grado de informalidad, no sólo de los trabajadores, sino también de los negocios.
En definitiva, la mejor forma de aumentar la relación recaudación/PIB es reducir el tamaño del PIB informal, lo que lleva a que todos paguen los impuestos que corresponde. No se trata sólo de mini emprendimientos asociados a sectores de bajos ingresos, ya que la economía digital está generando una gran fuente de informalidad, asociada a sectores medios, e incluso de altos ingresos. Una plataforma como Instagram, por ejemplo, es un gigantesco retail, con millones de transacciones de bienes y servicios de emprendedores muy creativos y productivos, pero que debemos incorporar a la economía formal, por un problema de justicia horizontal. Esa es una gran fuente de recaudación de IVA e impuesto a la renta que está quedando debajo de la mesa.
Vemos, además, que el comercio informal ha crecido fuertemente en estos años, ¿y de dónde salen esos productos, importados en su gran mayoría? Un estudio de hace algunos años encargado por el Ministerio de Hacienda al Banco Mundial mostraba cómo las zonas francas, especialmente la Zofri, se han convertido en una gran fuente de contrabando y evasión tributaria. Una primera mirada estimaba la pérdida de impuestos en más de US$ 500 millones, siendo probable que el crecimiento del comercio informal provenga en parte de esa fuente, con una pérdida tributaria mucho mayor aún.
Existe un consenso amplio de que el Estado necesita mayores recursos para entregar más y mejores servicios, pero está quedando completamente ausente de la reforma la vía más eficiente y justa para generar esos recursos; terminar con la economía dual, donde sólo un 60% de la actividad productiva está pagando impuestos como corresponde.