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Ley I+D: una oportuna actualización

Andrés Couve Ministro de Ciencia, Julio Pertuzé Ministro (s) de Economía

Por: Andrés Couve y Julio Pertuzé | Publicado: Miércoles 9 de febrero de 2022 a las 04:00 hrs.
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Andrés Couve y Julio Pertuzé

La investigación y el desarrollo (I+D) son cruciales para promover un crecimiento sostenible y basado en el conocimiento. Sin embargo, no basta con el compromiso e inversión estatal, requiere también un ecosistema académico y empresarial colaborativo. El recién ingresado proyecto de ley de I+D va, precisamente, en esa dirección, y su discusión nos permitirá profundizar la materialización de nuestra primera política de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI).

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La ley actual ha sido exitosa, por cuanto por cada peso invertido por el Estado, se generan $ 6.394 en ventas, se reciben $ 252 en IVA y se multiplican por 1,533 las exportaciones. Ahora, con el nuevo proyecto, se incorpora un aumento en el tope de gasto para recibir incentivos tributarios, se simplifica la burocracia requerida para postular, se elimina la incertidumbre tributaria y amplía la vigencia del incentivo al año 2030. Con esto esperamos un mayor involucramiento de empresas y sobre todo de nuevos emprendimientos, para que contribuyan a diversificar la matriz productiva del país.

La nueva ley también propone avances que incentivan al sector privado a hacerse parte activa de la construcción del ecosistema de CTCI. Esto es importante, pues permitirá dar un mayor enfoque a la inversión del Estado.

Debemos avanzar hacia iniciativas guiadas por los desafíos y oportunidades del país, para generar confianza en las instituciones y beneficio en las personas. Para esto, son cruciales los procesos participativos que permitan soñar futuros colectivos. Ante ello, hay que destacar las actuales políticas de CTCI, de Inteligencia Artificial, de Género en Ciencia y Tecnología, y los planes de Centros y Desarrollo de Talentos, que fueron el resultado de procesos abiertos, que construyeron miles de personas.

Plantearnos sólo cuánto nos falta para alcanzar el promedio OCDE perpetúa un “modelo de déficit” que condiciona la política de CTCI a las prioridades de un grupo reducido de actores. Además, estrechar todo al indicador de gasto en I+D hace que discusiones estratégicas y de priorización se diluyan, y que la política finalmente pierda legitimidad.

Esperamos que la discusión en el nuevo Congreso de este proyecto, y las políticas de CTCI del gobierno entrante, consideren lo avanzado. Que continúen construyendo el ecosistema en forma colectiva, y que el aumento del gasto sea la consecuencia de un proyecto estratégico para que el conocimiento impacte nuestro desarrollo.

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