La automatización, con los colaboradores
Alejandra Loyola Socia de TheHouse Advisory
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Alejandra Loyola
La huelga de trabajadores de Walmart, que finalizó el lunes, por primera vez puso como tema de discusión cómo se debe considerar a los trabajadores frente a la automatización y la transformación digital de las empresas, que llegaron para quedarse. Es razonable que entre los trabajadores exista cierta dosis de resistencia, porque es amenazante y el resultado final aún es desconocido. Por lo tanto, la fórmula para adaptarse tampoco es tan precisa ni la respuesta es perfecta.
Por lo tanto, las empresas tienen la misión de estructurarse y elaborar un plan de transformación claro, preciso y transparente para los trabajadores. Este plan debe ir más allá de la transformación del proceso en el ámbito técnico y de negocio, pues hay que ver el impacto en las personas y en sus labores. Lo ideal es tener un programa que sea muy coherente en esas tres posiciones: la tecnología, los procesos y la gente.
El plan, además, debe ser ordenado y sistematizado, y debe ir adelantándose a los cambios que vendrán. Hay que ser visionarios, pensar cómo vamos a adaptar a nuestros equipos a los cambios que vienen, hacer acuerdos con centros de formación técnica o internalizar sistemas de capacitación y formación. Hay que hacer inversiones importantes, no solo en la parte tecnológica o comprando máquinas sofisticadas, sino también en las personas y en la capacidad de transformarse con este nuevo negocio.
Es bueno que la alta dirección y las gerencias vayan comunicando a los colaboradores los cambios que están viviendo, para que sean conscientes de lo que cambiará y se integren a esta migración. Los trabajadores pueden adaptarse a lo que entienden y pueden surgir ideas desde ellos, siempre apoyados por la empresa con entrenamientos, capacitaciones e inducciones.
Además, hay que ser serios y transparentes cuando algo no se podrá cambiar y tener un plan para tratar a los trabajadores y empleados con justicia en el momento en que haya que tomar decisiones duras.
¿Nos van a reemplazar los robots? En algunas tareas, probablemente sí. Pero lo que ha demostrado la experiencia es que se generan otras alternativas y los tipos de trabajo cambian. Cambian dentro de una compañía y cambian en el sistema. En el mercado, se van llenando los espacios de la cadena de valor que se necesitan con servicios, productos o procesos que quizás antes no existían.
Por último, esto también es positivo porque se presionan los estándares educacionales y de preparación de todos, lo que es bueno para el país. El nivel de preparación -para conversar con la automatización y la digitalización- va a aumentar a todo nivel: los ejecutivos tendrán que aprender a tomar decisiones con máquinas que les dan consejos, como los empleados de capa intermedia a dirigir equipos que interactúan con sistemas, procesos y tecnologías automatizadas o robotizadas. Mientras que los trabajadores probablemente tendrán que decir cómo supervisar un proceso, en vez de meter las manos en él.