La auto custodia trae vientos de cambio en el sistema financiero
MARÍA PÍA AQUEVEQUE Directora de empresas, experta internacional en activos digitales
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MARÍA PÍA AQUEVEQUE
“Cuando soplan tiempos de cambio, algunos construyen muros, otros molinos”, dice el refrán Chino. Mientras algunos se distraen con los precios históricos de bitcoin, otros se preparan para la transformación del sistema financiero que podría significar “auto custodia criptográfica”. Y Trump parece haber comprendido que en materia financiera y monetaria es momento de construir no solo molinos de viento o paneles solares para el sistema financiero criptográfico, sino además aumentar la libertades individuales respecto a la propiedad y la descentralización del dinero.
Existen grandes expectativas en la incorporación de bitcoin como parte de la reserva federal, la promoción de “minería cripto renovable” y de “stable coins” respaldadas en dólares. Pero la mayor transformación será la protección del “derecho a la auto custodia”.
“El mayor control sobre la propiedad de los cripto activos, sin riesgos de censura o bloqueos, implica un importante cambio cultural y económico”.
La auto custodia significa tener directa propiedad y acceso sobre los activos en tiempo real. El mayor control sobre la propiedad de los cripto activos, sin riesgos de censura o bloqueos, que significa la auto custodia, implica un cambio cultural y económico importante. A través de una plataforma tecnológica, cada uno es responsable de proteger sus activos digitales. Aun cuando por definición no requiere depender de terceros, algunas instituciones financieras tradicionales buscan su propuesta de valor y/o nicho de servicios en este nuevo escenario tecnológico. A su vez, la auto custodia, podría significar que las instituciones financieras tradicionales, entre ellas bancos y la industria de fondos, innoven en sus modelos de negocio y procesos operativos asociados a los activos digitales.
Para algunos, la auto custodia criptográfica implica respeto por la libertad individual -de la propiedad del dinero-, y la descentralización, a través de múltiples actores que ofrezcan el servicio. Para otros, además una utopía libertaria, que los servicios de custodia criptográfica sean lo más autorregulados posible. En cualquier caso requerirá precaución, conocimiento y herramientas adecuadas para depositar la confianza de la gestión de los cripto activos de manera segura. Por ello, incorporar educación financiera cripto será esencial, así como también fortalecer el rol de los jóvenes como “visagra” en esta transición cultural intergeneracional, pues serán ellos quienes apoyen y eduquen a sus padres sobre los activos digitales.
A medida que se amplía el ecosistema de las tecnologías de libro mayor descentralizadas, implicará gestionar múltiples sistemas cripto monetarios. En este contexto, para masificar la adopción Web3 auto custodiada, se requieren monederos multicadena que resuelvan los problemas de fragmentación y mejoren la experiencia de usuario. Y las instituciones financieras incumbentes tendrán un gran desafío de integración de estas nuevas infraestructuras a sus sistemas.
Más allá de estos desafíos, la auto custodia cripto puede representar oportunidades y el punto de inflexión en la transformación del sistema financiero como lo conocemos. Y como decía Víctor Hugo: “Los príncipes gobiernan todas las cosas, salvo el viento”.