Cobre en las nubes
JORGE SELAIVE Economista Jefe Scotiabank y Académico FEN U. de Chile
El precio del cobre ha superado US$ 5 la libra en la bolsa de Nueva York (Comex). Para un grupo de observadores, el incremento responde a una estrechez de balance de oferta y demanda de mediano plazo. El costo de producción del metal ha subido de manera relevante durante los últimos años en todas las explotaciones. No solo el costo de capital ha aumentado, sino que también se ha reducido la ley del mineral. La institucionalidad imperante en varios países del cinturón de cobre, con potenciales minas de buena ley, hace por ahora imposible incrementar la oferta en el corto plazo. El precio reciente sería entonces una wake-up call sobre la relevante estrechez.
“El eventual levantamiento de sobretasas a la importación de cobre estaría generando efectos de corto plazo sobre su precio, que tenderían a revertirse en el futuro. La pregunta más importante es cuánto y hasta dónde se revertirían.”.
Para otro grupo de observadores, el análisis del metal se realiza como activo financiero. El dólar ha perdido cerca del 5% de su valor respecto a otras monedas desde inicio de año, coincidente con un incremento del cobre sobre 20% en Comex y sobre 10% en la Bolsa de Metales de Londres (LME).
Bajo la línea argumentativa del segundo grupo, el alza del metal ha sido dispar entre ambas bolsas internacionales reflejando la expectativa de aranceles por parte de Estados Unidos, al mismo tiempo que se producen acelerados redireccionamientos de embarques hacia el país del norte. Estaríamos frente a una acumulación de cobre previo a la introducción de aranceles en un contexto de anuncios de estímulos por parte de Europa y China. Más aún, bajo esta perspectiva, las mineras que transan en bolsas no han respondido de la manera usual a un aumento tan significativo en el precio del metal, lo que se interpretaría como una percepción de transitoriedad en el nivel alcanzado por el metal. El encuadre final de este análisis proviene de la observación de que las compras de agentes no comerciales (especuladores) han sido acotadas; serían usuarios finales del metal, y especialmente intermediarios, quienes estarían incrementando sus compras previo a medidas arancelarias.
Estas dos miradas de lo ocurrido con el metal parecen muy válidas. El eventual levantamiento de sobretasas a la importación de cobre estaría generando efectos de corto plazo sobre el precio del metal que tenderían a revertirse en el futuro. La pregunta más importante, sin embargo, es cuánto y hasta dónde se revertirían. Dependería no solo de la magnitud de las medidas arancelarias respecto a la expectativa que se tiene sobre estas, sino también de la evolución del dólar globalmente.
El dólar estaría camino a continuar su depreciación real. La desaceleración de la economía del norte en un contexto de mayor similitud en las posiciones cíclicas entre los grandes bloques económicos, que se manifiestan en movimientos esperados de las tasas de política monetaria menos disímiles, apuntaría hacia un dólar que habría dejado atrás su enorme fortaleza. Con una estrechez de oferta de carácter estructural puede que efectivamente nos encontremos con una caída en el precio del cobre, en unos meses o semanas, luego de la imposición de aranceles. Sin embargo, esa reversión podría ser acotada y confirmar que tendremos precios altos del metal por un buen tiempo. De ser ese el caso, el escenario macroeconómico de Chile requerirá una nueva revisión y ajuste.