Los 10 desafíos del Ministerio de Economía
Jorge Hermann Director Hermann Consultores
- T+
- T-
Jorge Hermann
El nuevo gobierno del Presidente Piñera se propuso como meta destrabar la inversión para impulsar la economía. Para cumplir dicho objetivo, el nuevo ministro de Economía José Ramón Valente realizó un elogiable trabajo en registrar proyectos por un monto de US$ 74.000 millones.
El estímulo de la inversión podría ser abordado creando una Oficina de Agilización de Inversiones vía decreto presidencial para coordinar la tramitación de los permisos sectoriales. Cabe señalar, que por experiencia, el esfuerzo puede ser mayúsculo y los réditos pocos, porque es complejo mover la aguja de la inversión dentro del Estado, dado que los ministerios deben dar cumplimiento a sus propias leyes e intereses y, a su vez, existen causas externas que entraban como la judicialización.
Dado lo anterior, no sólo es relevante esmerarse en destrabar la inversión, sino que también es aconsejable abordar una serie de temas pendientes que necesitan una pronta solución. Así, a mi entender, existen diez desafíos pendientes no concretados por la administración saliente.
Primero, en relación al Sernac es aconsejable ingresar un proyecto de ley que armonice y sistematice el texto luego del fallo del Tribunal Constitucional, que incorpore un gobierno corporativo, establezca la mediación en actores externos neutrales e imparciales y precise, en profundidad, las implicancias de la autorregulación para el cumplimiento normativo (compliance).
Segundo, en datos personales, el proyecto de ley en trámite legislativo requiere de una agencia autónoma con un gobierno corporativo, que las multas sean impuestas por tribunales, que exista una carga regulatoria especial para Pymes y que se imponga un tratamiento similar para el Estado y privados.
Tercero, es necesario aprobar el proyecto de ley de firma electrónica para ser utilizada masivamente en pagarés, compra de vehículos, poderes, declaraciones juradas y todo tipo de documentos entre privados.
Cuarto, un tema de nunca acabar es el pago oportuno a la Pyme. Este incordio puede abordarse con la creación de un registro público de facturas en el SII, donde el pagador informe las facturas que están siendo pagadas y el IVA crédito sólo se podrá utilizar cuando la factura sea pagada. Además, los proveedores del Estado deben estar inscritos en el sello ProPyme, que obliga el pago a 30 días.
Quinto, la creación de una central de garantías móviles puede abordarse con una reforma a los Almacenes Generales de Depósito (Warrants) y con la creación de un registro público de garantías en el Ministerio de Economía.
Sexto, el Estatuto Pyme 2.0 debería incorporar una simplificación de la normativa sanitaria para las Pymes y precisar los requisitos para obtener patente municipal provisoria entre otros aspectos.
Séptimo, se necesita reformular y focalizar el portal Escritorio Empresa, ventanilla de trámites para comenzar un negocio, con el objeto de que no sea un mero buzón, sino que sea un ente ejecutor de trámites. Además, el Estado debe ser socio de los emprendedores eximiéndolos del impuesto a la empresa e IVA en su primer año de funcionamiento.
Octavo, la Comisión de Productividad debería establecerse por ley para proponer políticas públicas vinculantes al gobierno. A su vez, es conveniente erigir una agenda de productividad con medidas que aumenten la eficiencia del Estado, eleven la competencia y promuevan la innovación.
Noveno, es recomendable promover el uso del incentivo tributario al gasto en investigación y desarrollo, simplificando el proceso de rendición y seguimiento técnico, junto con incentivar la cooperación entre empresas y universidades.
Por último, la modernización del INE requiere que el proyecto de ley incorpore un gobierno corporativo autónomo que elija al director ejecutivo y aumente el presupuesto para atraer la excelencia técnica.
En definitiva, los desafíos son arduos y la concreción de los logros dependerá no sólo de la pericia técnica, sino que también del manejo político y legislativo de la nueva autoridad ministerial. Éxito en la aventura que comienza.