Impuesto cruel para los jubilados
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Señor Director:
Hace menos de un año, el país discutió exenciones de contribuciones en la nueva Constitución. Muchas personas hacen el esfuerzo de adquirir su casa y luego enfrentan alzas impagables en este impuesto. Sin embargo, 230 municipios dependen de este ingreso para su presupuesto, recibiendo más del 60% de lo pagado en contribuciones.
Este año, se discute la reforma de pensiones. Mientras el Ejecutivo insiste en sistemas insostenibles, la oposición mantiene su postura. Además, se sigue debatiendo sobre más retiros de fondos previsionales, pese a los daños documentados al bolsillo de las familias más vulnerables.
En Estados Unidos, algunos estados protegen a quienes logran su casa propia con el homestead exemption, limitando alzas del impuesto territorial para el domicilio principal de la persona. En Miami, el tope es del 3% o el índice de precios al consumidor, lo que sea menor. Esta solución permite proteger a todas las personas que logren adquirir un hogar y, a la vez, mantiene el impuesto territorial, que es eficiente para cobrar -o difícil de evadir- y es redistributivo, porque logra que las comunas con más recursos apoyen a las más vulnerables.
El alza en las contribuciones en los últimos 10 años supera en algunas comunas el 40%. Adultos mayores y jubilados se ven forzados a dejar su barrio y buscar una nueva vivienda más accesible. Proteger a nuestros jubilados requiere soluciones creativas como ésta, que combina equidad y sostenibilidad.
Jorge Alessandri V., Guillermo Ramírez D., Juan Antonio Coloma A.
Diputados UDI