Hidrógeno verde: qué dicen las señales del mundo

FRANCISCO PERALTA Y PATRICIO LILLO

Actualmente, el mercado global del hidrógeno verde es pequeño, principalmente debido a que el diferencial de costo con los otros tipos de hidrógeno (producidos a partir de combustibles fósiles) son aún significativos. Según distintas fuentes, en 2022 la producción mundial de hidrógeno se estimó en 95 millones de toneladas, donde menos del 1% provino de fuentes renovables. No obstante, impulsada por políticas gubernamentales y avances tecnológicos, se proyecta que la producción y la demanda por hidrógeno verde crezca exponencialmente durante la próxima década y alcance una producción de más de 23 millones de toneladas al año 2030 (IEA, Plug Power). La Unión Europea y Asia se vislumbran como los principales mercados de este promisorio vector energético.

Nuestro país cuenta con condiciones excepcionales para el desarrollo de una industria de hidrógeno verde competitiva a nivel mundial. Los recursos eólicos y solares poseen características extraordinarias, lo que ha permitido, en poco menos de 15 años, desarrollar una industria de generación renovable que ha impulsado una transición energética que es reconocida como un ejemplo a nivel mundial. Al mismo tiempo, Chile sigue siendo reconocido como un país con una institucionalidad seria y estable, propicio para inversiones de largo plazo.

“Chile cuenta con condiciones excepcionales para el desarrollo de una industria de hidrógeno verde competitiva a nivel mundial, pero en esta carrera no está solo. En la región, Brasil, Uruguay y Colombia han comenzado a tomar posiciones atractivas”.

Chile tiene la oportunidad de posicionarse como potencial líder en el mercado global de hidrógeno verde. La Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde apunta a que podamos producir el hidrógeno de menor costo en el mundo para 2030 y estar entre sus tres principales exportadores para 2040. Sin embargo, en esta carrera no estamos solos. Tan solo en la región, Brasil, Uruguay y Colombia han comenzado a tomar posiciones atractivas para el desarrollo de esta industria.

La posibilidad de que el país logre posicionarse como un líder depende de tres aspectos centrales: primero, avanzar cuanto antes en establecer las condiciones habilitantes para el desarrollo de la industria, en particular avanzar en permisos e infraestructura compartida; segundo, alcanzar escalas de producción que permitan llegar a precios competitivos; y tercero, evaluar la implementación de instrumentos para incentivar la demanda interna, como hacen otros países, de manera de apalancar el crecimiento de la industria y ayudar a que el hidrógeno pueda alcanzar la participación del 17% del consumo energético que se requiere para que el país sea carbono neutral al 2050, de acuerdo a las mismas proyecciones de la Estrategia Nacional.

Necesitamos, en el corto plazo, del avance, construcción y operación de proyectos concretos. Para lograrlo, es imprescindible un esfuerzo transversal y mancomunado del sector público, privado y de la sociedad en general. Estamos frente a una oportunidad única para desarrollar una industria que puede generar grandes beneficios en materia de transición energética, inversión y desarrollo local. No la desaprovechemos.