Mario Mora
Según The Economist, una encuesta a 2.000 compañías llevada a cabo recientemente por el MIT y el Boston Consulting Group dio a conocer que un 67% de los ejecutivos considera que los temas sociales y de medio ambiente son “importantes o muy importantes”, pero que sólo un 10% de ellos declaran que están haciendo algo al respecto. Los accionistas de las empresas deben incorporar en sus ecuaciones de rentabilidad esperada el costo de ser sustentables y socialmente responsables en el mediano y largo plazo. Esto no es tan fácil, no sólo porque eventualmente este esfuerzo podría incluso impactar negativamente la rentabilidad de los negocios, sino porque tampoco es tan fácil establecer las metas, prioridades y formas de evaluar los resultados reales obtenidos.
En este contexto, también las firmas de head hunting tenemos mucho que hacer cuando buscamos ejecutivos para las posiciones seniors en nuestras compañías clientes. Hoy, los equipos gerenciales de primer nivel deben ser capaces de responder a las fuertes expectativas y sensibilidades de los clientes, a las crecientes regulaciones de los entes fiscalizadores, a las necesidades de convivir con la diversidad, a la responsabilidad con la sociedad y el medio ambiente, y al inmenso abanico de riesgos que conllevan las distintas estrategias de negocios seguidas.
Históricamente, los estudios de gestión de talento han indicado que el output de un correcto proceso de recursos humanos es el logro de un equilibrio entre la “definición del rol” (lo que dice la descripción de cargo) y la “conducta de rol” (lo que efectivamente hace el ocupante del cargo). De esta manera, buscar la persona que logre ese equilibrio, ha sido también considerado como el correcto output de un proceso de head hunting; en otras palabras, la tantas veces usada expresión “the right person in the right place”.
Head Hunting Responsable, sin embargo, es muchísimo más que eso, y tiene que ver entre muchas otras cosas obviamente, con ser capaces de encontrar, motivar y subir a bordo a aquellas personas con un set de competencias personales y técnicas que no solo den el ancho para lograr el viejo equilibrio de definición de rol-conducta de rol, sino que puedan adicionalmente desplazar, transversal y verticalmente dentro de la organización, una ética de trabajo y un set de valores que promuevan la responsabilidad social y la real sustentabilidad. Estas sensibilidades son tan importantes como las competencias personales tradicionalmente buscadas en los cargos gerenciales, y deben ser incorporadas en los procesos de búsqueda, independientemente de la función, posición e industria.