Acuerdos pro PYME, necesidad urgente

Gina Ocqueteau

Si tuviéramos que definir cuáles son los temas que han dominado la agenda pública y las conversaciones entre los chilenos durante las últimas semanas, sin duda podemos identificar dos grandes tópicos: la preocupante situación actual de la pandemia y las ayudas estatales a los grupos más vulnerables a través de los “mínimos comunes”. Por un lado, existen importantes avances en el proceso de vacunación, pero al mismo tiempo, los números no aflojan y vemos con temor que los casos diarios de contagios aún se mantienen altos.

Cuando llevamos estos hechos a la realidad de las pequeñas y medianas empresas del país, vemos que es fundamental seguir adelante con un proceso de inoculación y la consiguiente reactivación de la economía, lo que servirá para entregar certezas a aquellos que viven de sus emprendimientos y generan empleos a otros.

El problema es que vivimos en una constante contradicción, porque apenas se habla de flexibilizar las medidas de cuarentena para aquellos que sí están vacunados, saltan las voces que condenan estas propuestas, aún cuando los informes reportan que quienes sufren más contagios y ocupan los espacios UCI actualmente son los no vacunados en más del 80% de los casos. Se nos olvida que con los pases y liberaciones la gran mayoría de las personas no está buscando salir de fiesta o celebrar masivamente, sino que muchos necesitan retomar sus emprendimientos, volver a generar recursos, recuperar clientes y salir adelante.

Paralelamente, vemos cómo se están desarrollando las negociaciones entre el Gobierno y la oposición para alcanzar el acuerdo en los “mínimos comunes”, que luego de aprobarse el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), está teniendo a las PYME como el siguiente grupo que concretará ese apoyo efectivo, muy probablemente en estos días.

En este escenario encontramos hoy a las PYME y emprendedores, por lejos la gran mayoría de este país, los que son reconocidos como el motor de la actividad económica, los que generan, arriesgan, dan empleos, buscan apoyo a sus ideas, quieren crecer y desenvolverse en un entorno que -como mínimo- les entregue certezas básicas y seguridades personales. Pero la realidad no es así y agradecemos que conversaciones como la de los “mínimos comunes” se concreten y signifiquen un respiro.

Hagamos que los emprendedores que observan esta coyuntura actual no sigan pensando que las discusiones que protagonizan los políticos, autoridades, constituyentes, medios de comunicación y algunos empresarios aún están lejos de sus necesidades y de sus problemas del día a día, enfocados en divisiones que no solucionan las dificultades reales de los chilenos y solo se limitan a crear un país politizado, con muchas palabras y pocos hechos, que confunde y desmotiva.

Las PYME, emprendedores y la población en general, aquellos que son parte del país real, continúan a la expectativa y requieren de acuerdos entre Gobierno y oposición que vayan en su beneficio, soluciones concretas como el IFE universal, pero aplicado a las pequeñas y medianas empresas, ojalá lejos de los cálculos políticos y la polarización, que ayuden a superar la crisis en un camino de consensos esenciales para el crecimiento equilibrado al que aspira la gran mayoría de los chilenos.