Fernando Reyes Matta

Misión de Chile a China: momento oportuno

Por: Fernando Reyes Matta | Publicado: Viernes 21 de agosto de 2015 a las 04:00 hrs.
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A partir del próximo lunes tendrá lugar la "Semana de Chile" en China. Una primera parte en Shanghai con seminarios y conocimiento de las nuevas formas de comercialización –especialmente por Internet– que allá se dan; luego una buena promoción gastronómica y de inversiones en Beijing. Encabezada por el ex Presidente Eduardo Frei se trata de una de las delegaciones público-privada más amplias que han ido a ese país. Y la meta no es menor: promover la diversificación de nuestros intercambios comerciales y buscar atraer el interés de los capitales chinos por nuestros proyectos de infraestructura.

Pero, obviamente, más de alguien se plantea una pregunta de fondo: ¿es éste el mejor momento para ir a China con esta mirada optimista? Y argumentan: mire el impacto que las devaluaciones del yuan ha generado en el mundo; tome nota de dónde está el precio del cobre y China es nuestro principal comprador ; vea cómo las cifras de producción industrial van para atrás.

La respuesta es clara. Sí, es el mejor momento. Primero porque es una señal de confianza sobre lo que serán las relaciones estratégicas con ese país. Los chinos no olvidan a aquel que sabe estar cuando hay que estar. Segundo, porque es justamente en terreno donde mejor se puede percibir lo que en realidad está pasando en China.

La palabra "gradualidad" también se ha instalado en el momento político-económico de China. Hace dos años se dijo: ha terminado un ciclo de treinta años donde la clave eran las exportaciones y las inversiones, ahora viene un nuevo ciclo donde el motor estará en el consumo interno, la innovación tecnológica y los servicios. Las metas siguen iguales, pero la realidad ha demostrado que no se pasa tan rápido de un modelo a otro. Y como los chinos, pragmáticos por esencia, han visto que esta "nueva normalidad" se da con más complejidades, han adoptado medidas para que las exportaciones sigan manteniendo fuerza competitiva en el mundo.

Eso explica, en buena parte, el tema de las devaluaciones del yuan. La moneda china se había apreciado más de un 10% frente al resto de divisas mundiales desde el inicio de 2014, y las exportaciones habían caído notablemente. Las cifras de julio fueron contundentes: una caída del 8%. Por cierto, no es la única razón. También cabe pensar que esta apertura relativa del yuan a las fluctuaciones del mercado apunta a reunir méritos para ser una moneda que debiera ser parte de la canasta de divisas definida por el Fondo Monetario Internacional. Y una revisión de la canasta se anuncia, precisamente, para fin de año.

Pero estar parado en terreno también entrega otras informaciones. China está haciendo un enorme esfuerzo por transferir al exterior parte de la sobrecapacidad que afecta a algunos sectores de la industria china. Sus bancos y sus empresas estatales y privadas están buscando involucrarse en grandes proyectos de infraestructura, especialmente en la interacción Asia-Europa, pero también mirando a otras regiones del mundo. Por otra parte, hay que entender que el crecimiento de 6,8% para este año y 6,3% para el 2016 (según el FMI) tiene el valor de un aterrizaje controlado de la economía. Además en ésta hay cambios fuertes: frente a la desaceleración en la industria manufacturera, el sector servicios creció 8,4% en el primer semestre respecto del 2014, lo que contribuyó con 49,5% al PIB.

Aunque la expansión del consumo haya sido menor a la esperada, no se detendrá y eso, para un país como Chile, que busca nuevas oportunidades en aquel mercado, es un dato clave. Además, en octubre el actual Comité Central del PCCh tendrá su Pleno y allí se definirán las tendencias y metas del Plan 2016-2020. ¿Hacia dónde avanzará China en este momento de decisiones complejas? Según el profesor Daniel A. Bell, de Tsinhua University (Beijing) de visita por estos días en Chile, "lo principal hoy con China es tratar de entenderla sin prejuicios, ver lo que allá pasa y mirar su marcha en el largo plazo".

Es lo que hace tan oportuna esta misión de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales, Direcon, en China.

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