Fernando Reyes Matta

¿De qué China viene Li Keqiang?

Por: Fernando Reyes Matta | Publicado: Viernes 22 de mayo de 2015 a las 04:00 hrs.
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DESDE BEIJING

El Primer Ministro chino Li Keqiang llega a Chile y, como es inevitable, surgirán las preguntas que parecen esenciales: ¿qué pasará con las exportaciones de cobre a China? ¿Seguirán comprando pulpa forestal, fruta y vino como hasta ahora? ¿Cuándo llegarán por acá las inversiones chinas? Y, por cierto, al culminar su visita sudamericana aquí en Chile, se hará el resumen de todo el viaje, destacando el inicio de los estudios de factibilidad para el complejo proyecto de un tren que una la costa de Brasil con la de Perú.

Pero tal vez la pregunta más importante sea otra: ¿de qué país viene Li Keqiang? O en otros términos, ¿qué está pasando en China y cuál es su futuro?

Escribimos esta columna al término del Seminario organizado en Beijing por la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina y el Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China. Tras participar en aquellos debates uno queda con la sensación que China tiene claro su proyecto estratégico con América Latina, mientras desde nuestro lado no sabemos articular un discurso regional único, coherente con aquel gigante asiático que vive transformaciones profundas.

Brasil ha construido una relación de grandes dimensiones con China y lo ratifican los acuerdos recién suscritos. Pero es una relación totalmente impregnada de bilateralidad. Y, de una u otra forma, es lo que ocurre con el resto del continente. Tal vez donde la mirada parece avanzar más coordinada es en la Alianza del Pacífico, especialmente entre los tres socios sudamericanos. Es un signo, sin duda, que fuera de Brasil, hayan sido Colombia, Perú y Chile los países elegidos por el premier chino para su visita.

¿Y qué se observa en China? Por una parte, la constatación de que el crecimiento es menor al pasado, pero hay que colocar ese 7% de hoy en las dimensiones que ahora tiene la economía china, inmensamente más grande a aquella que crecía al 10% hace diez años. El problema mayor está en el exceso de capacidad acumulada, por ello China busca llevar al exterior grandes proyectos en ferrocarriles, infraestructuras y propuestas que integran varios países, como es el renacimiento de la Ruta de la Seda o la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura. Al compartir un seminario en la influyente Tsinghua University con académicos y altos representantes de empresas chinas ligadas a América Latina, surgieron con frecuencia los datos según los cuales esta nueva economía –la llaman nueva normalidad– sigue creando empleo y reduciendo la pobreza.

Y con ello el esfuerzo del cambio está puesto en tres grandes áreas: el impulso a la urbanización, un dinamismo creciente en innovación y patentes, y un fortalecimiento de la clase media como corazón del consumo interno. En ese contexto, la relación entre la educación superior y las nuevas demandas empresariales está siendo impulsada bajo una planificación rigurosa.

No todo el cambio se está jugando en la tarea de las empresas estatales o semi-estatales, ni tampoco la energía de la nueva economía tiene a Shanghai o Beijing como los únicos grandes motores. "Pongan los ojos en Shenzhen, esa es la capital innovadora de la nueva China", nos dice un distinguido profesor en la Peking University.

Tiene razón. Como informó Bloomberg hace poco, en la versión china de Silicon Valley se originaron 49 empresas emergentes por día a mediados de abril. Más de 1.000 organizaciones están invirtiendo en empresas emergentes con un capital que supera los US$ 56.000 millones, según el ministerio de ciencia y tecnología. "Hay una tonelada de dinero buscando destinos", dijo Michael Pettis, profesor de finanzas en la Peking University. Son cientos de miles los jóvenes apostando por la nueva economía.

Habrá ajustes en las finanzas. El banco central (PBC) recortó los tipos de interés en febrero pasado del 5,6% al 5,35% y volvió a hacerlo hace un par de semanas. Todo ello en un modelo tal vez no fácil de entender desde nuestro lado: una combinación de un mercado convocado al dinamismo desde una planificación central. La clave a futuro será entender cómo funciona todo eso para buscar nuestra inserción allí.

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