Consecuencias del shock petrolero de 2015
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Erik Haindl
Los "Shocks Petroleros" no sólo se reflejan en alzas abruptas en el precio del petróleo, sino también en bajas abruptas como la que estamos experimentando actualmente. Ya a comienzos de los años 80, en sus clases en la Universidad de Chicago, el difunto premio Nobel George Stigler, nos advertía que el cartel petrolero iba a generar a futuro ciclos pronunciados de alzas y derrumbes de precios del petróleo. Esto encajaba en su teoría de la cartelización de los mercados. Dicha teoría ha demostrado funcionar en forma admirable en las últimas décadas.
El último derrumbe de precios del petróleo ha sido detonado por un avance tecnológico, que consiste en fracturar hidráulicamente los esquistos bituminosos que rodean a los pozos petroleros, aumentando fuertemente la producción de éstos. Esta misma tecnología se puede aplicar a los pozos gasíferos, lo que incrementa a su vez la disponibilidad de gas: el "shale gas".
Esta nueva tecnología es cara, pero con precios del petróleo que excedían los 100 dólares el barril, su implementación se hizo altamente rentable. El desarrollo de pozos petroleros con esta tecnología en Estados Unidos y Canadá, significó que la producción petrolera de estos países se incrementara significativamente, haciendo que EEUU, el mayor importador de petróleo del mundo, redujera fuertemente sus importaciones, y amenazara con llegar a una situación de autoabastecimiento en un mediano plazo.
Esta mayor producción petrolera generó una abundancia en los mercados internacionales y requirió del cartel petrolero fuertes reducciones en su producción, para estabilizar los precios anteriores. En lugar de hacer eso, el cartel le declaró la guerra a los productores de EEUU, manteniendo su cuota de producción en 30% del mercado, generando de este modo un derrumbe de precios hacia 55 dólares el barril. La OPEP está decidida a mantener esta situación hasta sacar a los nuevos productores del mercado, lo cual puede prolongarse.
Las consecuencias macroeconómicas más importantes de este Shock son:
1) Un aumento en el ritmo de crecimiento del mundo, que el FMI estima en 0,7 puntos porcentuales para 2015. Esto debiera estimular el crecimiento del comercio mundial y en el caso de Chile hacer crecer más rápido las exportaciones.
2) Un shock positivo a la oferta agregada de todos los países, especialmente a los importadores netos de petróleo. Esto también beneficia a Chile.
3) Una reducción en el ritmo inflacionario en los países que tienen sus combustibles a precios de mercado.
4) Una fuerte aumento en el déficit fiscal de los países exportadores de petróleo, que en general dependen de este producto.
5) Una importante reducción en los superávit en cuenta corriente de los países exportadores de petróleo. Al secarse los mercados de petrodólares, se debieran reducir los flujos de capitales hacia los países emergentes, y presionar las tasas de interés al alza.
6) Un aumento en la inestabilidad política en los países exportadores de petróleo, especialmente los que tienen fuertes déficit fiscales. Probablemente el caso más dramático sea Venezuela, cuyo gobierno difícilmente sea capaz de sobrevivir a este shock.