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Columnistas

Empresas familiares, OCDE y reforma tributaria

Alvaro Ramírez

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 2 de septiembre de 2014 a las 05:00 hrs.

Las empresas familiares son organizaciones empresariales donde sus fundadores y familia mantienen la propiedad y administración, traspasándola de generación en generación. Esto representa un obstáculo para su crecimiento en el tiempo, por cuanto la incorporación de las nuevas generaciones a la propiedad y/o administración, normalmente genera conflictos personales entre los familiares o bien porque éstos carecen de la capacidad que el desarrollo del negocio familiar requiere.

Dada la importancia de este fenómeno para la economía global, la OCDE ha establecido directrices enfocadas al desarrollo gobiernos corporativos para las empresas familiares, fomentando la inclusión de administradores profesionales, sin que la familia pierda el control de los negocios, garantizando con ello que se perpetúen en el tiempo los principios bajo los cuales se fundó la empresa.

En Chile, ante el recambio generacional en las empresas familiares, la principal preocupación de los fundadores tiene que ver más con la planificación del impuesto que gravará el traspaso del negocio familiar, que hoy en día puede llegar hasta el 25%. Es un gasto fuerte e imprevisto, que normalmente se cubre mediante retiros de utilidades que a su vez también tributan, encareciendo aún más la carga tributaria de la sucesión.

La reforma tributaria no introduce modificaciones específicas al impuesto a las herencias más allá de las normas antielusivas generales que se incorporaron al Código Tributario, por lo que una vez aprobada, seguirá existiendo espacio para planificar legítima y adecuadamente el impuesto a la sucesión. Sin embargo, esta asesoría no debe limitarse a fórmulas legítimas para reducir la carga tributaria sino que también a implementar medidas que impidan que una vez desaparecida la generación de los fundadores, la familia termine destruyendo la empresa o lo más grave, que los conflictos que se generen en la empresa destruyan la familia.

Para ello, hay que abrir la mirada y seguir las recomendaciones de la OCDE introduciendo reglas de gobierno corporativo y más aún, generar un “Protocolo Familiar”, esto es, un instrumento jurídicamente vinculante que consagra los acuerdos asumidos en un proceso de diálogo entre todos los miembros de la familia respecto de todos temas relacionados con las empresas, estableciendo una regulación clara que permitirá sobrellevar de buena forma los distintos escenarios que se les presentarán a las próximas generaciones.

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