El protocolo familiar
¿Qué fines ha de cumplir un protocolo familiar? En todas las culturas y en todos los países los emprendedores han desarrollado sus proyectos empresariales y simultáneamente han formado su familia. Para ellos amar su trabajo (es decir su empresa) y amar a su esposa y familia es prácticamente lo mismo. Para los hijos, amar a sus padres y amar lo que han hecho, las empresas, es también consecuente.
¿Qué fines ha de cumplir un protocolo familiar? En todas las culturas y en todos los países los emprendedores han desarrollado sus proyectos empresariales y simultáneamente han formado su familia. Para ellos amar su trabajo (es decir su empresa) y amar a su esposa y familia es prácticamente lo mismo. Para los hijos, amar a sus padres y amar lo que han hecho, las empresas, es también consecuente.
Las empresas familiares nacen pues del amor y se ordenan también al amor. Tienen un contexto que de modo natural las hace más humanas. Ahora bien, en el tránsito generacional se hace necesario que los nuevos miembros de la familia conozcan bien esas empresas, aprendan cómo se han de manejar bien. La primera clave, pues, es conocer para aprender o saber más de los negocios que nuestra familia ha emprendido.
Pero conocer no es suficiente, nos sirve quizá para desplegar una visión de la familia hacia el futuro, pero además se hace preciso regular algunos temas en que la familia y los negocios se entrecruzan. Establecer reglas es muy importante en la empresa familiar pues hace que todos los miembros de la familia puedan tener confianza unos en otros. Y la confianza es el valor clave para decidir bien en los negocios.
Estas reglas de justicia en la toma de decisiones tienen que ver con el trabajo de los miembros de la familia en la empresa familiar (quienes pueden trabajar y en qué condiciones), con el gobierno de las empresas o directorio (quienes serán directores y que funciones tendrán) y con la propiedad o accionistas (quienes son accionistas y como se venden o compran acciones). Si estas reglas se acuerdan, de modo justo, y además se cumplen, la familia crece en confianza.
Y por último además de este conocimiento para aprender, y de esta formulación de reglas para que exista confianza, ha de reflexionarse sobre el propósito de todo esto para la familia. Es decir, para qué hacemos esto. Cuál es nuestra motivación como familia en continuar con estos negocios. Y cómo trasladar esta motivación a la siguiente generación para que sigan unidos y comprometidos.
Aprender, confiar, amar. Estos son los tres hábitos o virtudes que los miembros de una familia empresaria han de desarrollar personalmente en sus vidas. Y esos son los fines de un Protocolo Familiar que desarrolle a la familia y sus negocios.