Columnistas

EEUU rompe las reglas globales, mientras defiende el mundo libre

Gideon Rachman© 2024 The Financial Times Ltd.

Por: Gideon Rachman | Publicado: Miércoles 29 de mayo de 2024 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Gideon Rachman

Como principio organizador de la política exterior occidental, el “orden internacional basado en reglas” (OIBR) es un concepto muy poco inspirador. La gente puede ir a la guerra para defender la libertad o la patria. Nadie va a luchar y morir por el OIBR.

Los altos responsables políticos occidentales parecen estar enamorados del concepto, pero las reglas deben ser consistentes. Y las acciones de Estados Unidos están socavando partes vitales del orden basado en reglas.

“Washington debería moderar su afirmación de que está protegiendo un orden internacional que está claramente en declive”.

Los últimos quince días han puesto brutalmente de manifiesto estas contradicciones. Los aranceles del 100% que la administración Biden ha impuesto a los vehículos eléctricos chinos son prácticamente imposibles de conciliar con las normas internacionales sobre el comercio. La respuesta de EEUU a la posibilidad de que la Corte Penal Internacional (CPI) presente cargos por crímenes de guerra contra Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, también fue reveladora. En lugar de apoyar el esfuerzo de la corte por aplicar el derecho internacional, Blinken declaró ante el Congreso estadounidense que la administración estudiaría la posibilidad de imponerle sanciones a la CPI.

Es cierto que EEUU puede desplegar argumentos para justificar estas medidas. Pero, como dice el refrán, en el ámbito político cuando estás explicando, estás perdiendo. En gran parte del mundo, la afirmación de que EEUU defiende el orden internacional basado en reglas es recibida con burlas.

¿Qué se puede rescatar de este desastre? Una respuesta es que Blinken y compañía hablen menos del orden internacional basado en reglas y más de la defensa del mundo libre. Ésa es una descripción más exacta y comprensible de lo que es en realidad la política exterior occidental.

EEUU, la Unión Europea (UE), el Reino Unido y otras democracias como Japón, Corea del Sur y Ucrania luchan actualmente por contener las ambiciones territoriales y políticas de países autoritarios, sobre todo China y Rusia. Un mundo en el que esos países sean más poderosos será menos seguro para las personas y los países libres.

A diferencia de la defensa de un orden basado en reglas — que implica una coherencia absoluta — la defensa del mundo libre implica aceptar cierta incoherencia necesaria. Durante la guerra fría, EEUU y sus aliados establecieron algunas alianzas tácticas con regímenes no democráticos, como parte del esfuerzo más amplio por contener y, en última instancia, derrotar a la Unión Soviética.

En el mundo actual, EEUU vuelve a hacer concesiones incómodas como parte de una lucha más amplia con las principales potencias autoritarias. Los aranceles estadounidenses a los vehículos eléctricos chinos tienen poco sentido como defensa del orden basado en reglas. Tienen mucho más sentido cuando se ven como un esfuerzo por impedir que China domine las industrias del futuro.

¿Y qué hay de Israel? Mucho de lo que está haciendo Biden puede explicarse por la política interior. Pero su instinto de defensa de los aliados democráticos es también la base de su tenaz apoyo a Israel. Es más fácil comprender la incomodidad de EEUU con un proceso que ve cómo la única democracia del Medio Oriente se sienta en el banquillo de los acusados, mientras que los líderes de Siria e Irán eluden el enjuiciamiento por sus crímenes. Moderar la retórica sobre el orden internacional basado en reglas no debería significar abandonar por completo el derecho internacional. Sería una receta para la anarquía mundial, además de imprudente y poco práctico. Hay mucho derecho internacional y encontrarse en el lado equivocado del mismo puede ser muy desventajoso.

Lo más leído