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¿Dónde están los niños?

María Teresa Romero Directora Ejecutiva Escuelas Abiertas

Por: María Teresa Romero | Publicado: Viernes 30 de agosto de 2024 a las 04:00 hrs.
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María Teresa Romero

Durante el inicio del año escolar 2024, Atacama puso de manifiesto más de 3.000 niños sin matrícula, a mediados de marzo. Mientras tanto, en Antofagasta comenzó el año con 40 días en paro. La sistemática interrupción del proceso educativo, sobre todo en los colegios públicos, está siendo cada vez más normalizada.

Este año se perderán alrededor de 2 semanas de clases. La lista de causas cada vez es más grande: paros, violencia, narcofunerales, elecciones, PAES, lluvias, cortes de luz, cortes de agua o frío, por mencionar algunos. Cabe entonces preguntarse: ¿dónde están las políticas públicas educativas que garanticen la continuidad del servicio educativo? Si sabemos las causas de cancelación de clases, ¿por qué no anticiparse a los escenarios? Definitivamente, se toman decisiones sin tener como prioridad a los niños. Claramente no están dentro de la ecuación.

La paralización de escuelas tiene efectos familiares y económicos, especialmente en el empleo femenino. Así ocurrió en 2023 en Atacama, donde la tasa de desocupación de mujeres creció en 3,5 puntos porcentuales.

La crisis educativa genera efectos en los estudiantes y en la sociedad: a nivel nacional, las cifras muestran un panorama desolador. Alrededor de 50.814 niños fueron excluidos del sistema escolar el año pasado, según cifras del Mineduc y en materia de aprendizajes, alrededor de un 64% de los estudiantes de II Medio de la educación pública se encuentra en categoría insuficiente en matemáticas según el Simce 2023.

Como sociedad, la paralización de escuelas tiene efectos familiares y económicos, especialmente en el empleo femenino. Como muestra, los más de 80 días de paralización de clases en Atacama en 2023, significó un aumento de 3,5 puntos porcentuales en la tasa de desocupación de las mujeres en esa región, llegando a 10,9% en el trimestre septiembre-noviembre 2023, según el INE.

Frente a esta dramática situación, se presentan algunas oportunidadades de hacernos cargo como sociedad: acaba de ingresar a la Comisión de Educación del Senado un proyecto que facilitaría la creación de colegios particulares subvencionados. Concretar esta ley, “Escuelas para Todos”, traería más y mejores oportunidades educativas de calidad mediante una alianza público-privada.

Asimismo, desde Escuelas Abiertas estamos promoviendo una ley que consagre la educación como servicio esencial, a fin de garantizar la continuidad del servicio educativo, dando una señal clara a las familias sobre la relevancia de que los niños asistan a clases día a día, mejorar índices de asistencia y promover que todos los actores sociales actúen en concordancia con el lema “las escuelas, las últimas en cerrar y las primeras en abrir”.

Erick Hanushek, destacado economista, sostiene que una educación de alta calidad puede llevar a una fuerza laboral más competente, lo que a su vez impulsa la productividad y el crecimiento económico. La educación de calidad, además, permite que cada persona alcance su máximo desarrollo, se realice y ejerza en forma positiva su libertad. Dado que las reformas educacionales tardan décadas en dar frutos, se debe partir por generar un acuerdo político transversal con mirada de largo plazo. En suma, hacer de la educación de calidad una política de Estado.

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