DF Tax | Todo depende del objetivo
Gonzalo Polanco, director del Centro de Estudios Tributarios de la U. de Chile
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Gonzalo Polanco
Si usted es un tomador de decisiones públicas y se le pregunta de qué manera se va a construir un canal de regadío -con una máquina excavadora o utilizando muchos trabajadores- es probable que tome en consideración muchas variables, tales como el costo de cada una y el tiempo que tomará terminarla, entre otras. Uno de los aspectos claves que no debe olvidar es el objetivo final. Si lo que busca es concluir antes que comiencen las lluvias, es probable que elija la excavadora; por el contrario, si es contratar mano de obra para paliar el desempleo, usar intensivamente trabajadores podría ser el ideal.
La importancia del objetivo buscado en cada política pública es algo que, a pesar de lo evidente, a menudo se nos olvida. Se ha propuesto un impuesto a los "súper ricos", cuyo objetivo es, de acuerdo al mensaje original del proyecto de reforma constitucional, financiar una renta básica universal. De lo expuesto, se desprende, entonces, que lo que se busca es un impuesto que sea muy recaudador.
No obstante lo anterior, se ha hablado hasta el hartazgo de la experiencia comparada y de lo decepcionante que ha sido en cuanto a entregar recursos. No creemos que se pueda añadir más elementos al debate en este punto. Desde la perspectiva histórica, debemos recordar las disposiciones transitorias de la Ley 16.250, las que establecieron en el año 1965 un impuesto a la "renta mínima presunta", la cual presumía de derecho una renta equivalente al 8% del capital, que el contribuyente hubiera tenido al 31 de octubre de 1964. Es una fórmula que, considerando algunos cambios, no resulta tan distinta a la que se desea establecer en la actualidad; de hecho son muy similares, porque el capital era definido como la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Las modalidades de declaración y pago riman demasiado.
De acuerdo a un estudio en desarrollo de Isaías Mora (2021), este impuesto recaudó el 0,66% del PIB anual el año 1965. Pareció tan atractivo que su vigencia se extendió no solo a los tres años originalmente pensados, sino que se transformó en permanente a partir de 1969. Dicho año la recaudación fue de 0,19% del PIB anual.. El rendimiento, sin embargo, comenzó a decaer como tendencia, teniendo una recaudación de 0,13%, en 1973 y 0,29%, en 1974, último año de aplicación. Resulta justo reconocer que las comparaciones históricas se deben efectuar con la precaución del caso, ya que en la actualidad los mecanismos de fiscalización son más avanzados que los que existían en aquella época. Sin embargo, el punto es que nunca se llegó a recaudar el 1% del PIB.
Por tanto, si el objetivo declarado es que sea un impuesto recaudador, debemos decir que la experiencia indica que no lo ha sido en otros países y no lo fue en el pasado en Chile.
El debate, sin embargo, cambiaría si el objetivo declarado fuera, por ejemplo, el de enviar una señal política. Pues bien, si ese hubiera sido el objetivo propuesto, la discusión hubiera cambiado de área, y aunque asumiéramos que es un impuesto que recauda poco, seguramente serían otros especialistas los que deberían estudiar si es el mejor mensaje y lo que se requiere en estos momentos. En este caso, tal vez hubiera concitado mucho más apoyo. Pero ese no fue el objetivo planteado.
Los especialistas de un área no somos los llamados a entregar la palabra final sobre el establecimiento de impuestos. En una sociedad democrática, esa facultad se le reconoce al Parlamento. Los académicos pretendemos entregar la mejor información y evidencia disponible, para que se tomen decisiones informadas y se logre el objetivo de política pública deseado.
Si nos proponen un impuesto a los "super ricos", diremos que, en general, ha tenido recaudaciones decepcionantes; si nos plantean la rebaja de IVA a ciertos artículos, indicaremos que los estudios no aseguran que haya una disminución permanente y en la misma proporción del precio de los bienes beneficiados con la medida, y señalaremos, además, que complejiza el sistema y aumenta la evasión; si nos hablan del impuesto a la minería, preguntaremos si han reparado que existen compañías que están afectas a un régimen de invariabilidad tributaria.
Cada medida debe ser mirada de manera holística y declarando no solo sus virtudes, sino que también sincerando sus costos y desventajas.
En general, los académicos no pretendemos tener una bola de cristal para predecir el futuro. Nuestras predicciones pueden fallar y ejemplos de lo anterior hay muchos. No obstante, las decisiones estudiadas con mesura y evidencia siguen siendo la mejor manera que hemos encontrado para implementar políticas públicas que nos beneficien a todos.