DF Tax | Impuestos y más impuestos

Claudio Bustos

Estamos sumidos en un verdadero carnaval de propuestas de alzas de impuestos, tanto a nivel nacional, como en el ámbito internacional. En el contexto mundial, nada menos que la secretaria del Tesoro de EE.UU. propone fijar un impuesto corporativo a las empresas mínimo a nivel internacional, como si ello fuera muy simple, olvidándose de la soberanía de cada país en materia económica, y pasando por alto que la gran mayoría de los países de la OCDE, incluyendo al gran país del norte, mantienen regímenes tributarios preferenciales que, para algunos, funcionan como verdaderos paraísos fiscales.

Es cosa de dar una mirada a los regímenes especiales vigentes en España, Portugal, Reino Unido, Chipre, por nombrar sólo algunos. Ni hablar de los países de Europa del Este (Bulgaria, República Checa, Rumania) o de Delaware y Nevada, estos últimos verdaderos paraísos fiscales en EE.UU. Por lo tanto, la propuesta de la señora Yellen se me hace muy fuera de contexto.

En nuestro país, están los que proponen un impuesto a los súper ricos, cuya sola denominación conlleva una especie de carga negativa, casi como representando un castigo a los que más tienen, como si fuera un pecado o delito haber logrado forjar fortuna mediante esfuerzo, empresa y trabajo. Dicha propuesta, además, ignora o parece ignorar, que impuestos similares han sido un total fracaso en otros países, pues se trata de un tributo tremendamente complejo de implementar, de muy difícil fiscalización y, por lo mismo, de baja recaudación. La mayoría de los países de la OCDE que han implementado un impuesto de esa naturaleza, han terminado derogándolo por ineficaz, por las razones ya señaladas, y en los países en que aún rige, está reducido a su mínima expresión y con muy poca recaudación. La propia OCDE no lo recomienda, salvo en aquellos casos en que no existan otras alternativas disponibles para lograr una mayor equidad en la recaudación fiscal.

Finalmente, todos olvidan que este tipo de medidas, en último término, afectan a los más vulnerables. No cabe duda que la propuesta de Yellen terminará afectando a los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, pues perderían toda capacidad de competitividad tributaria para atraer inversión extranjera a través de incentivos fiscales, en tanto que las potencias serían las grandes vencedoras en este ámbito, pues simplemente potenciarían sus propias ventajas comparativas naturales.

Por otro lado, el denominado impuesto a los súper ricos, además de tener la potencialidad de motivar la fuga de capitales e inversiones hacia el exterior, generaría una carga negativa en el mercado, que podría afectar a toda la economía, con lo cual quienes pierden son siempre los más vulnerables. ¿No se traspasaría este mayor impuesto, directa o indirectamente, en un mayor precio a los consumidores? En lugar de pensar en más impuestos, ¿no será tiempo de pensar en producir más, en crecer más, en ser más eficientes y productivos? ¿Reducir los gastos y aumentar los ingresos, generar empleo? ¿Es muy descabellado?