DF Conexión a China | Temores de China en el Indo-Pacífico: la necesaria diplomacia
FT View © 2022 The Financial Times Ltd.
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La invasión rusa de Ucrania ha expuesto la brecha existente entre el corazón geopolítico de China y sus intereses económicos. Europa y Estados Unidos son los socios económicos más importantes de Beijing en términos de comercio, inversión y vínculos con el mercado de capitales. Y, sin embargo, China ha apoyado ampliamente a Rusia durante la guerra de Ucrania, negándose a condenar su invasión o a alejarse de su “asociación estratégica” con Moscú.
La semana pasada, Beijing reforzó esta posición y lanzó una nueva advertencia a Occidente. Le Yucheng, viceministro de Relaciones Exteriores de China, estableció un paralelismo entre lo que considera las causas de la guerra en Ucrania y la asertividad de Occidente en el Indo-Pacífico. “La OTAN ha seguido fortaleciéndose y expandiéndose, e interviniendo militarmente en países como Yugoslavia, Iraq, Siria y Afganistán”, dijo Le un día después de una llamada telefónica de dos horas entre los presidentes Xi Jinping y Joe Biden.
“El espectro de una ‘OTAN Indo-Pacífica’ revela la visión del mundo de China. Beijing da a entender que hay lecciones del conflicto de Ucrania que pueden aplicarse a las tensiones en su región”.
“La estrategia en el Indo-Pacífico es tan peligrosa como la estrategia de la OTAN de expansión hacia el este en Europa”, añadió. “Si no se controla, traería consecuencias inimaginables y, en última instancia, llevaría a la región de Asia-Pacífico al borde del abismo”.
Plantear el espectro de una “OTAN Indo-Pacífica” revela la visión del mundo de China. Beijing da a entender que hay lecciones del conflicto de Ucrania que pueden aplicarse a las tensiones en el Indo-Pacífico. Cuando Xi y Vladimir Putin se reunieron a principios de febrero —apenas unas semanas antes de que Rusia lanzara su invasión—, advirtieron a la OTAN contra cualquier nueva expansión en el este de Europa.
Los líderes occidentales deberían tomar en serio la advertencia de China, pero también señalar los fallos en su articulación. Una clave para entender la volatilidad en juego es un concepto de relaciones internacionales llamado “dilema de seguridad”: la dinámica por la que un aumento de la seguridad de un Estado lleva a otros Estados a temer por su propia seguridad.
Así, la expansión hacia el este de la OTAN en Europa —contra la que Putin había arremetido durante años antes de su invasión— estuvo motivada por el temor al expansionismo ruso. ¿Y por qué algunos países del Indo-Pacífico están dando señales de aliarse a EEUU? Porque les preocupa el ascenso de China.
A China, por su parte, le perturban las propuestas occidentales en una región que considera cada vez más dentro de su esfera de influencia. A finales del año pasado, EEUU detalló lo que quiere decir con su defensa de un “Indo-Pacífico libre y abierto”, una región que Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, definió como el hogar de dos tercios del crecimiento económico del mundo y más de la mitad de su población.
Blinken dijo que el significado de un “Indo-Pacífico libre y abierto” es que la gente debe ser libre en su vida cotidiana y vivir en sociedades abiertas. Los países deben poder elegir su propio camino y sus socios, mientras que las mercancías, las ideas y las personas deben fluir libremente a través de la tierra, el ciberespacio y los mares abiertos, según el secretario de Estado.
Esta visión está en parte en desacuerdo con la forma en que China organiza su propio sistema autoritario. A la preocupación de Beijing se le suma el endurecimiento de las agrupaciones militares dirigidas por Occidente en la región. El Quad (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral), que incluye a EEUU, India, Australia y Japón, es ampliamente considerado como un contrapeso al poder chino. AUKUS —un pacto de seguridad trilateral entre Australia, el Reino Unido y EEUU— tiene un cometido similar, pero más opaco.
La brutal guerra en Ucrania debería centrar las mentes de los líderes chinos y los dirigentes de los países occidentales encabezados por EEUU. Si la diplomacia no prevalece, el Indo-Pacífico podría resultar tan combustible como Ucrania en la actualidad. Se necesita urgentemente un esfuerzo concertado por parte de China y EEUU para establecer las normas básicas y un modus vivendi para una amalgama de agrupaciones de seguridad regional.