Cumplir la meta de balance estructural: reto clave para 2024
Mario Arend Gerente de Estudios del Consejo Fiscal Autónomo
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Mario Arend
Un aspecto crucial para la credibilidad de la política fiscal es el cumplimiento de las metas de Balance Estructural (BE), que el Ministerio de Hacienda definió en -1,9% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2024. Sin embargo, las proyecciones recientes de la Dirección de Presupuestos (Dipres), presentadas en su Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre, indican un desvío de esta meta, con un BE que se ubicaría en -2,2% del PIB este año.
Si bien las modificaciones recientes de la ley 21.683, de responsabilidad y transparencia en la gestión financiera del Estado, contemplan que el Ministerio de Hacienda debe establecer acciones correctivas en caso de un desvío de las metas fiscales, es prioritario que se realicen todos los esfuerzos necesarios para cumplir el compromiso este año y evitar ajustes adicionales en 2025. La sostenibilidad fiscal y el mantenimiento de la deuda bruta por debajo del nivel prudente de 45% del PIB dependen, en gran medida, de que se vayan cumpliendo las metas anuales de BE.
“Aunque el Gobierno ha rebajado en medio punto del PIB el gasto previsto para este año, lo cual es valorable, es insuficiente para cumplir la meta establecida. Así lo advirtió el Consejo Fiscal Autónomo en su más reciente informe”.
Aunque el Gobierno ha rebajado en medio punto del PIB el gasto previsto para este año, lo cual es valorable, es insuficiente para cumplir la meta establecida. Así lo advirtió el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) en su más reciente informe trimestral, señalando los riesgos de incumplimiento de la meta de déficit estructural si no se implementan reducciones adicionales de gasto o si las proyecciones de ingresos fiscales no se materializan.
En efecto, los datos de ejecución presupuestaria al mes de julio sugieren que, dada las recientes proyecciones de ingresos de la Dipres, para cumplir con la meta de BE en 2024, el gasto público debería reducirse en 2,7% anual en términos reales durante los próximos meses, lo que representa un desafío significativo. Es importante señalar que dicho ajuste podría ser aún mayor si no se cumplen las proyecciones de ingresos fiscales.
Según las propias cifras de la Dipres, para lograr la proyección de ingresos fiscales, estos deben crecer 20,3% respecto al segundo semestre del año anterior y ubicarse 8,3% por encima de lo recaudado en el primer semestre. Esto plantea riesgos relevantes, ya que históricamente no se ha observado una recaudación persistentemente mayor durante los segundos semestres.
Por lo tanto, si no se alcanza lo esperado por la Dipres, existe un riesgo de incumplimiento de la meta de BE. De hecho, si en el segundo semestre se registra un nivel de recaudación similar al del primero, los ingresos fiscales al cierre del año podrían ser 0,7 puntos porcentuales (pp) del PIB inferiores a lo estimado por la Dipres, e incluso 1,5 pp del PIB más bajos si la recaudación es similar a la del segundo semestre de 2023.
Los cuatro meses restantes aún permiten a la Dipres revisar las proyecciones de ingresos y ajustar el gasto para cumplir con la meta de BE, evitando acciones correctivas en 2025 y fortaleciendo la credibilidad fiscal.