Matthei y el desafío a Bachelet: suave con las personas y muy dura con el problema
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Cristián Saieh
¿Cómo debe enfrentar Evelyn Matthei a Michelle Bachelet? ¿Cuál es el partido que debe proponerle? ¿En qué cancha la debe llevar a jugar?
Es un grave error pensar que por ser ambas candidatas mujeres sus posibilidades de captar el electorado se asimilan por cuestión de género y que ambas deben posicionarse con ese foco. Nos cansamos de oír que ambas son mujeres, hijas de generales, vivieron cerca… esas son nimiedades.
Lo que distinga a una candidata de la otra será precisamente la clave de la resolución de la contienda electoral, no sus semejanzas. Es cierto que a la hora de abordar los conflictos y proponer soluciones las mujeres dan más importancia a la relación, que implica empatía, que al resultado concreto, que es la asertividad. Precisamente, el primer factor ha sido el que ha dado muchos réditos a Bachelet (en otro contexto de exigencias ciudadanas por cierto) y la posiciona como una candidata cercana y comprometida: una especie de madre que cuida a sus hijos, sin distinción de colores políticos.
Este punto -su cercanía y empatía- ya está ganado y al respecto, nada puede hacer Matthei; si cae en la trampa de enfocarse en esa cualidad, que al parecer es la estrategia que está utilizando, perderá toda fuerza. El país sabe que ella es una mujer más orientada al resultado específico que a la relación... ¿Cuántos heridos dejó en su gestión como ministra y en su carrera política? Muchos. Y también muchos fueron los éxitos que cosechó con esta cualidad que la llevo a dar grandes peleas en el Congreso y el Ejecutivo, las que se plasmaron en políticas públicas que beneficiaron precisamente a los que hoy gritan en las calles. Por eso, esta cualidad de una futura presidenta, ser muy asertiva con los problemas, es lo que busca el país hoy.
Las marchas estudiantiles, los paros, las tomas, en fin, la disconformidad de la ciudadanía con su actual pasar debe ser abordado con mucha claridad -y dureza, por qué no-: hoy el país quiere propuestas para cambios muy bien especificados y profundos. Y es acá donde la candidata de la centro derecha tiene su ventaja comparativa. Ella es frontal y resolutiva y si la estrategia con que ella propone abordar los conflictos es consistente con su personalidad, proponiendo soluciones concretas y bien especificadas, tendrá probabilidades reales de ganar.
Es cierto que Matthei puede pulir su carácter y ser más cercana a la gente: no está demás, pero frente a conflictos de la envergadura que Chile debe abordar hoy las personas demandan medidas de coraje y fuerza política y es esa la cancha en que debe situar la candidata de la Alianza a la de la Nueva Mayoría.
Entonces, la cancha es la de las ideas, no cabe duda, pero el partido se llama “suave con las personas y muy dura con el problema”. El camino de la pura empatía es la derrota segura.