Luis Mayol
El gobierno del presidente Sebastián Piñera tuvo especial preocupación por el futuro de la agricultura y también por nuestros bosques y recursos naturales y ello se refleja en que se cumplieron 24 de 25 medidas propuestas antes de asumir su mandato. Las medidas propuestas y su cumplimiento fortalecieron el ambiente de ahorro e inversión que todo sector productivo necesita para crecer y aprovechar al máximo sus potencialidades.
Enumerando algunas pocas medidas que tuvieron gran impacto sectorial, destacan aquellas destinadas a corregir distorsiones de mercados internos y externo (fiscalía especial agrícola, compras de trigo por Cotrisa, ley de muestra y contra muestra y sus reglamentos específicos, modificaciones a Comisión de Distorsiones, exigencias de calidad para granos nacionales e importados), apertura de mercados frente a barreras sanitarias (108 nuevos ingresos a países relevantes), mejoramiento en la gestión de recurso hídrico incluyendo política de uso del agua y construcción de nuevos embalses, intenso apoyo para una mejor incorporación de la agricultura familiar campesina a la agricultura comercial (aumento en créditos, alianzas productivas, nuevos programas de real impacto), programas de seguro agrícola, suelos degradados, innovación aplicada y de rápido uso por los agricultores por mencionar algunas de las medidas implementadas.
Como gran parte de estas medidas tienen impacto en mediano o largo plazo, empieza a ser el mejor momento para sus evaluaciones y las cifras entregadas recientemente por el Banco Central en su cuenta trimestral enero-marzo 2014, presentan resultados tremendamente halagadores y positivos en materia de crecimiento sectorial.
Mientras la economía nacional creció un 2,6% en los primeros tres meses del año, nuestro sector lideró el crecimiento con un 8,0% por sobre el primer trimestre del año 2013, mostrando un gran dinamismo y confirmando en estos tres meses en que ocurre la cosecha de muchos productos importantes, que la confianza y emprendimiento de los actores productivos de todos los tamaños y las políticas públicas bien ejecutadas resultaron en una combinación imbatible para crecer a una tasa tres veces superior al promedio de todos los otros sectores productivos. El crecimiento del sector el año 2013 fue de 4,7% y en el trimestre octubre a diciembre fue también positivo y llegó al 3,9% confirmando que las señales de la política de gobierno dieron muestras muy ciertas de crecimiento y creación de valor.
Un análisis más fino y detallado de estos datos nos lleva a concluir que lo más interesante y aparentemente desconcertante se refiere a que durante los últimos cuatro años, nuestra agricultura y sector forestal han venido soportando embates que podrían haber perjudicado el crecimiento.
Es el momento de recordar la tremenda sequía que todavía afecta a la zona central del país perjudicando a miles de productores de frutas, hortalizas y ganaderos especialmente. También hemos sido testigos de heladas ocurridas el año pasado perjudicando la producción de varias especies de frutales y también afectando a pequeños hortaliceros del centro del país. Junto con lo anterior, un paro portuario ocurrió en plena cosecha y proceso exportador dejando mucha fruta fresca en el país, retrasando el proceso exportador y dañando nuestra imagen internacional.
Esta realidad permite concluir definitivamente que el sector ha respondido de manera admirable a la adversidad y también ha venido reaccionando de manera muy efectiva frente a estímulos y señales de una muy buena política del gobierno anterior.