Conexión a China | 50 años de relaciones diplomáticas

Rodrigo Yáñez

Hace 50 años, Chile fue el primer país en América Latina en establecer relaciones diplomáticas con China. De ese entonces a la fecha destaca la construcción y consolidación de importantes lazos políticos, comerciales y culturales entre nuestros países. En materia económica, Chile también se ha caracterizado por ser un pionero: fuimos el primero en firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China hace ya 15 años.

La apuesta ha sido exitosa. Nuestro comercio bilateral ha crecido de forma vigorosa, constituyéndose como nuestro primer socio comercial en los últimos años. El TLC nos ha entregado un marco normativo estable, reglas claras, transparentes y no discriminatorias, que otorgan mayor certeza jurídica a los exportadores e importadores de nuestros países.

Chile es actualmente el principal proveedor de cerezas y arándanos en el mercado chino: una de cada cuatro frutas que se venden allá provienen de Chile. También destacan nuestras exportaciones de salmones, vinos y celulosa. Nuestras condiciones geográficas naturales nos han permitido desarrollar una oferta exportadora de bienes con los más altos estándares sanitarios y fitosanitarios, lo cual nos ha permitido proveer a los consumidores finales de alimentos de calidad, garantizando la seguridad alimentaria exigida.

A su vez, enfrentamos el desafío de diversificar nuestra oferta exportable a China y posicionar a nuestro país de mejor manera en las cadenas de valor y en el sector de los servicios. Sobre esto último, hemos desarrollado una estrategia internacional que nos ha permitido ser reconocidos como un confiable proveedor de servicios de ingeniería y arquitectura, y con cada vez mayor presencia internacional de nuestras industrias creativas. Esperamos que los 50 años de relaciones bilaterales marquen el inicio de una nueva etapa en nuestra relación comercial con China, permitiendo la inserción de Chile en más cadenas de valor y de nuestra oferta de servicios en la economía china.

Por otro lado, hoy enfrentamos también una contingencia internacional sanitaria que podría tener cierto impacto en nuestro intercambio comercial. No obstante ello, debemos ser claros: antes que todo, esta es una situación humanitaria tremendamente difícil para el pueblo chino, al cual acompañamos seguros de su notable resiliencia frente a la adversidad. Somos también optimistas sobre el futuro y el resultado que las enérgicas medidas adoptadas por el gobierno chino tendrán en solucionar esta crisis.

No es la primera vez que nuestra relación comercial con China enfrenta desafíos en el contexto global. Los últimos años se han caracterizado por una tensión internacional por la guerra comercial, pero gracias a la robusta relación bilateral, hemos podido enfrentar estos desafíos y hemos seguido profundizando una relación económica, construida sobre la base del pragmatismo, el diálogo fluido y la mutua confianza que han caracterizado históricamente nuestras relaciones bilaterales.