Cómo Europa se refuerza para una catástrofe
Es tiempo de prepararse para lo impensable: hay una alta probabilidad...
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Es tiempo de prepararse para lo impensable: hay una alta probabilidad de que el euro no sobreviva en su forma actual. No es que anticipe la incapacidad de los líderes europeos para llegar a un acuerdo. Me preocupan sus consecuencias.
Lo que se evalúa es reforzar el fondo europeo de estabilización financiera (EFSF), tal vez acompañado de nuevos instrumentos del Fondo Monetario Internacional. Un EFSF es atractivo para los política por la misma razón por la cual las hipotecas subprime lo fueron para los inversionistas. El reforzamiento puede tener diferentes funciones, pero en estos casos simplemente disfraza la falta de dinero. La idea es transformar el EFSF en un proveedor de garantía financiera de bonos soberanos. Vale la pena recordar que el papel de estas garantías financieras durante la burbuja fue garantizar productos crediticios tóxicos. Y terminaron como un amplificador de la crisis.
Técnicamente, el EFSF suministrará una garantía contra pérdidas para bonos públicos a partir de un porcentaje acordado. Parece una buena idea, hasta que los receptores de la garantía se den cuenta de que sus bonos soberanos son productos difíciles de valorar, entre otras razones por la probabilidad de que Francia pierda su calificación triple A. En eso caso, el EFSF también la perdería, ya que se deriva de aquellos que lo garantizan. El rendimiento del EFSF aumentaría y el valor de la garantía se reduciría drásticamente. Al final el producto podría colapsar.
El reforzamiento también aumenta la posibilidad de pérdidas para los países triple A, que en última instancia lo garantizan. Si al receptor de una garantía le imponen un descuento relativamente reducido - un 20%, por ejemplo - el EFSF y sus aseguradores absorberían todo el golpe. Según los actuales acuerdos, sólo perderían su parte del descuento.
La razón por la cual no puede haber un rápido arreglo es porque la crisis es, en el fondo, política. Sin duda los países triple A quieren apoyar el sistema, pero sólo hasta cierto punto. Y ahora estamos mucho más allá de ese punto. Si Alemania sigue negándose a aumentar su propia deuda y a monetarizarla a través del Banco Central Europeo y los eurobonos, la crisis terminaría en un quiebre. No hay forma de que los miembros periféricos de la eurozona paguen su deuda pública y privada y ajusten al mismo tiempo sus economías.
Cada uno de las reparos impuestos por Alemania tiene su propia justificación, pero todos son fatales para la eurozona. El comportamiento del Bundestag subraya la naturaleza política de la crisis. La reciente sentencia de la corte constitucional alemana fortaleció el papel del parlamento, pero también redujo la autonomía de la canciller alemana, que ahora debe buscar la aprobación previa del comité de presupuesto del Bundestag antes de negociar en Bruselas. Este cambio no evitará acuerdos como el que se negocia actualmente, pero dificultará la coordinación política en el Consejo Europeo.
En última instancia, la forma en que los líderes de la eurozona han enfrentado la crisis reafirma el conservadurismo de la corte alemana en su definición de democracia. La coordinación de políticas entre jefes de estado es tan antidemocrática como ineficiente. Una unión monetaria podría requerir no sólo un eurobono y una pequeña unión fiscal, sino una transferencia formal, aunque sea parcial, de soberanía, que incluya el derecho a imponer impuestos, regulación de productos, mercados laborales y financieros.
En circunstancias normales el electorado europeo no lo aceptaría, pero tal vez lo haga si la alternativa es el colapso del euro. Las políticas actuales se encaminan directamente hacia esta bifurcación, que podría ocurrir en semanas o meses.
Ahora el principal peligro son los políticos que imponen límites y la ausencia de una autoridad europea capaz de superar estas restricciones. En medio de la incertidumbre es imposible vincular determinadas probabilidades con algún escenario, pero la posibilidad de una catástrofe es mucho mayor de lo que se cree. La principal consecuencia del reforzamiento será aumentar esa probabilidad.