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Alto contrasteEn un reciente encuentro que nuestro gremio sostuvo con la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, ella señaló que Chile está 60 años atrasado en capacitación laboral. En tal sentido, indicó que, de acuerdo a un estudio de BHP, el trabajador chileno es un tercio menos productivo que un australiano, canadiense o estadounidense, países donde los salarios, además, son menores que en nuestro país. “Tenemos una tremenda competencia. Hay que empezar a correr rápido, porque nos están alcanzando y porque cuando nos llegue la ola va a ser demasiado tarde para correr”, sostuvo la ministra.
En el último tiempo, Asimet ha centrado sus esfuerzos gremiales en impulsar el desarrollo de una industria manufacturera nacional de clase mundial, que sea capaz de participar con éxito en los mercados internacionales. Para lograrlo debemos ser realistas, y hacernos cargo de la contingencia que presenta grandes y urgentes requerimientos que deben ser resueltos con igual sentido de país, ya que constituyen barreras que pueden hacer inconducentes cualquier esfuerzo para tener una industria acorde a un país desarrollado. Una de estas barreras es la falta de capital humano especializado.
Hoy, en nuestro sector manufacturero metalúrgico metalmecánico, nos encontramos frente a la realidad que no existen especialistas para algunos rubros, lo que ha obligado, incluso, a algunas empresas a instalar sus propias escuelas.
Una industria de nueva generación requiere de un modelo que fomente una educación también de clase mundial, la que debe iniciarse desde la formación primaria para luego derivar en el desarrollo integral de la persona según sus capacidades, pero también, de acuerdo a las necesidades que la industria requiere. La formación del capital humano necesariamente se debe realizar en coordinación con las empresas, universidades, centros de investigación y desarrollo, con programas alineados con las necesidades reales de los sectores productivos. Ella debe estar orientada, además, a la formación de competencias certificables, que promueva la seguridad y salud ocupacional, y facilite la plena incorporación de la mujer al mundo del trabajo.
Todos estos son grandes desafíos que tiene el actual mercado laboral en Chile, que si no los enfrentamos con sentido de urgencia, como dice la ministra Matthei, “cuando nos llegue la ola será demasiado tarde para correr”.
