APEC: 30 años de oportunidades (y nuevos desafíos)

En 30 años hemos facilitado la entrada de nuestras exportaciones a economías que representan 88% del PIB mundial y, es en este foro y sus pasillos, donde se ha forjado nuestra integración comercial con el Asia Pacífico, a través de acuerdos comerciales, siendo el más reciente el CP-TPP. Gracias a todo ello, en 2023 casi el 60% de los envíos del país fueron al Asia Pacífico, versus el 28% de 1990.

“En un contexto de estancamiento económico, una herramienta esencial para revertir este escenario es un nuevo impulso exportador, basado en revisitar nuestra aproximación a las economías del Foro.

Sin embargo, el mundo no es el mismo de hace 30 años y tampoco el de hace cinco. En 2019, cuando el estallido social nos obligó a suspender la Cumbre APEC, Donald Trump y Xi Jinping iniciaban la “guerra comercial” que perdura hasta hoy. A pocos años, los procesos de near o friend shoring son una realidad, generando una importante relocalización de las cadenas de valor. Hoy somos testigos de nuevas “guerras comerciales” y crisis geopolíticas que han abierto un juego nuevo que debemos administrar inteligentemente, tanto por las oportunidades como los riesgos asociados. 

Si bien la elección de Trump como Presidente de EEUU nos recuerda su retiro del CP-TPP y su desconfianza respecto de los foros multilaterales, un eventual reposicionamiento de ese país en el Asia Pacífico es algo que debemos que seguir atentamente. APEC surge como un espacio para que Estados Unidos y Chile profundicen su colaboración económica, alineando sus esfuerzos en pro de un comercio dinámico y sostenible. 

APEC ofrece un marco propicio para que Chile busque respuestas en la construcción de una nueva estrategia hacia el Asia Pacífico, que nos permita entender y aprovechar la transformación de la región en los últimos años. En un momento en que las economías enfrentan desafíos globales, incluyendo a las denominadas megatrends, Chile puede, través de APEC, crear nuevas sinergias y alianzas en sectores estratégicos como minería, transición energética y tecnología, a través de cadenas de suministro resilientes. También, ofrece un espacio para fortalecer alianzas en contra de flagelos como el crimen organizado.

En un contexto de estancamiento económico -una realidad ineludible-, desde Sofofa creemos que una herramienta esencial para revertir este escenario es el despliegue de un nuevo impulso exportador, basado en revisitar nuestra aproximación a las economías de APEC (especialmente en el Sudeste Asiático), pero también duplicando la exportación de servicios. 

APEC es un espacio para convertir los desafíos en oportunidades, para abandonar nuestra zona de confort y para pensar fuera de la caja. Por ello, Chile debe volver a ser anfitrión de esta cumbre para seguir potenciando el Asia Pacífico y relevar el rol que hemos jugado como pioneros en la vinculación comercial y política con Asia. Tomémoslo con decisión y visión país, incluyendo un despliegue público-privado como el que exitosamente fuimos capaces de generar en los ‘90 y que transformó nuestra realidad exportadora y la vida de miles de chilenos.