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Columnistas

Anuncio de recorte de gasto va en sentido correcto

El anuncio del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de reducir el gasto fiscal entre US$ 750 millones y US$ 800 millones (0,4% del PIB) para controlar la inflación...

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 24 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.

El anuncio del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de reducir el gasto fiscal entre US$ 750 millones y US$ 800 millones (0,4% del PIB) para controlar la inflación va en la dirección correcta y es el respaldo que el Banco Central necesitaba para moderar el ritmo de alza de la tasa de interés. De esta forma, Hacienda hace un aporte relevante para evitar una apreciación excesiva del peso. 


Sin embargo, para que este anuncio tenga un efecto pleno en las expectativas de inflación y en el tipo de cambio es importante que sea acompañado con un ajuste más rápido al equilibrio fiscal estructural.

De acuerdo al Ministerio de Hacienda, el recorte implicaría pasar de un crecimiento del gasto estimado previamente entre 6,3% y 6,5% real a uno de 5%, claramente por debajo de lo que estimamos crecerá la economía, 6%. Además, en el anuncio se indica que las áreas que mayormente serán afectadas son “secundarias” e incluyen gastos de viáticos, telefonía, publicidad, consumo de energía, y renovación de vehículos fiscales. Cabe mencionar que estos ítems por sí solos no permitirían una rebaja como la anunciada, por lo que habrá que esperar a que se conozcan los recortes en detalle para ver qué programas son afectados. Cabe celebrar, sin embargo, el énfasis en recortar gastos de operación y otros gastos corrientes, en vez de actuar mayoritariamente sobre la inversión, que siempre resulta una variable más fácil de ajustar. Por las declaraciones oficiales se deduce también la voluntad de no afectar de manera relevante el gasto social ni el esfuerzo de reconstrucción.

Hace algún tiempo que esperábamos un anuncio de esta índole, ya que es poco lo que el Banco Central puede hacer para evitar una apreciación adicional de la moneda si al mismo tiempo tiene que combatir un aumento en las expectativas de inflación. La decisión del Banco Central de intervenir comprando dólares para aumentar sus reservas tuvo un impacto modesto y transitorio, en parte porque se percibe que la demanda interna sigue creciendo a un ritmo elevado, lo que en un contexto de precios de petróleo y alimentos en alza, trae recuerdos de lo ocurrido en el año 2008, Un menor crecimiento del gasto fiscal ayudará a “enfriar” la economía, reduciendo las presiones inflacionarias, evitando así un alza más fuerte de las tasas de interés. 
Con esto Chile es el segundo país de la región que ha optado por aplicar este tipo de política. El mes pasado, el gobierno de Brasil anunció un recorte de gasto equivalente a 1,2% de su PIB, en un contexto en que los problemas de inflación y apreciación de la moneda son mayores en Brasil que en Chile. 
Como decíamos al comienzo, estimamos que la meta de déficit estructural de 1% en 2014 es muy poco ambiciosa para anclar las expectativas de tipo de cambio e inflación, razón por la cual el gobierno debería dar una señal de más largo plazo, apuntando a restablecer el equilibrio fiscal estructural antes del final del actual período presidencial. Con ello se daría una señal de compromiso con la estabilidad económica y con el mantenimiento de un tipo de cambio competitivo que daría un muy buen respaldo al propósito de conseguir que Chile pueda sostener un mayor crecimiento económico a largo plazo.

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